Señor Director:
La pandemia cambió nuestra forma de trabajar y provocó una inflación que llevará a una crisis económica. En plena globalización, ¿Cómo podemos estar mejor preparados para estos nuevos desafíos? La respuesta está en aumentar la productividad de acuerdo a lo que requiere la industria y adquirir competencias indispensables en el desarrollo de la tarea y para la empleabilidad. Estas características las entrega la Educación Superior Técnico-Profesional y que las destacó en momentos cruciales, en que los jóvenes están próximos a elegir entre las alternativas académicas disponibles. Si optan por la formación vocacional técnico -profesional, revisen la calidad de talleres y laboratorios donde practicarán sus aprendizajes, e infórmense del vínculo de los docentes con el mundo laboral, porque eso los acercará al emprendimiento e innovación.
No olvidemos que la “pirámide laboral” requiere de muchos técnicos, menos profesionales y sólo algunos universitarios. Y la “pirámide educacional” debería ser coherente con lo requerido. Por ello, la invitación es a optar por una formación vocacional que los habilite para el trabajo y el autoempleo, que abre la oportunidad de seguir avanzando en su formación y en horarios compatibles con el trabajo.
Daniel Soto C. Rector IP-CFT