Señor Director:
Si bien la economía es una ciencia social que se usa para estudiar y explicar fenómenos económicos ocurridos en la sociedad, la podemos encontrar en cada decisión que tomamos, desde descargar una App o dedicar tiempo a una actividad, porque en todas estas acciones estamos administrando y asignando recursos que son finitos para lograr un fin. A pesar de que la economía esté en todo lo que nos rodea, por alguna razón se nos hace un tema árido y lejano.
Los resultados de la última prueba PISA revelaron que cerca de un 30% de los estudiantes chilenos no poseen las competencias mínimas requeridas en alfabetización financiera, problemática que se agudiza más en mujeres que en hombres. Si queremos bajar las tasas de endeudamiento, si queremos que las mujeres logren una mayor independencia económica y que los que hoy son niños y jóvenes puedan acceder a pensiones dignas, urge una mejor educación financiera.
Sin embargo, no se puede lograr una buena política sin un debido incentivo. Debemos dejar de ver la economía y las matemáticas como ciencias rígidas y reservadas para algunos, pues las capacidades para comprenderla y aplicarla están en todos, sin distinción. Para ello, es necesario aterrizar las temáticas a lo cotidiano y acercar a las personas de manera didáctica a dichas materias, si queremos que los frutos económicos que el mercado puede ofrecer lleguen a toda la población.
Andrea Canales