Ubicado en la esquina de las calles 18 de Septiembre con El Roble, el Edificio del Cuerpo de Bomberos comenzó a ser construido el año 1940, tras el terremoto de 1939. Tiene 1.921 metros cuadrados de edificación, diseñados por los arquitectos Ricardo Müller Hess y Tibor Weiner, en dos niveles.
En el Plan Regulador Comunal de Chillán se establece que el inmueble “representa fielmente los valores de la arquitectura moderna instalada en Chillán, después del terremoto de 1939, dada la participación del arquitecto húngaro Tiibor Weiner. Además, alberga todo el patrimonio inmaterial asociado a la institución Cuerpo de Bomberos de Chillán, quienes, a su vez, han entendido el valor del edificio y no han realizado intervenciones irreversibles”.
En relación a su valor urbano, el edificio “se presenta en directa relación con el trazado y la conformación de la manzana urbana tradicional presente en Chillán, manteniendo una altura media en su volumetría que va en armonía con la altura promedio de la ciudad”. Y en lo arquitectónico, el Plan Regulador resalta que “ es uno de los máximos referentes de la arquitectura moderna de Chillán, destaca en su composición el juego de volúmenes de marcada horizontalidad, donde la torre actúa en contraste, alzándose como un referente urbano que permite observar el edificio a la distancia. Otro elemento que caracteriza la construcción es la incorporación del color como elemento de significado que otorga singularidad al edificio en su entorno”.
El edificio del Cuerpo de Bomberos es una de las construcciones públicas levantadas en los años 40, como consecuencia del terremoto ocurrido en Chillán en 1939, sismo que destruyó por completo el antigüo edificio de la institución ubicado frente a la Plaza de Armas. Es reconocido como uno de los bienes patrimoniales más importantes de la ciudad, esto determinado tanto por la calidad del edificio como por la jerarquía de la institución que lo ocupa.
La institución que alberga la edificación nace como una organización dirigida y financiada por el industrial Guillermo Davidson, luego del incendio del antiguo mercado municipal de Chillán en 1880. Motivó a las autoridades de la época a crear una organización pública de voluntarios bomberiles, la que se oficializó el 25 de junio de ese año.