La policía apunta a que podría ser una respuesta a las intervenciones en las prisiones para desarmar a las bandas criminales.
La violencia vuelve a adueñarse de Ecuador a penas semanas después del asesinato del candidato presidencial, Fernando Villacencio. Al menos cuatro coches bomba y varios motines en cárceles han activado todas las alarmas en el país. El mayor motín ha tenido lugar en Cuenca. Unos 600 policías y militares permanecen desde el miércoles fuera de la prisión. También hubo un intento de motín en un correccional de menores de Quito, la capital, donde los adolescentes provocaron un incendio en el segundo y tercer piso. Por el momento no se han registrado víctimas en ninguno de los motines.
Juan Zapata Silva, ministro del interior de Ecuador, dijo a los medios: “57 (agentes) en total (retenidos), de los cuales siete son policías, nosotros, como le digo, estamos tomando ya las acciones, está esto en planificación, no quiero anticipar por temas de seguridad, pero la función nuestra es garantizar la seguridad de ellos y tenemos que hacer las acciones que correspondan para eso”.
Las autoridades han reportado al menos cuatro explosiones por coche bomba, dos en Quito y dos en la provincia de El Oro, fronteriza con Perú; y ya hay 10 detenidos.
La policía considera que una banda criminal puede estar detrás de lo que han calificado “actos terroristas”.
Además, la policía apunta a que podría ser una respuesta a las intervenciones que junto a las Fuerzas Armadas está realizando en las prisiones para desarmar a las bandas criminales.
Eso explicaría, según las autoridades, que los vehículos de Quito estuviesen dirigidos contra edificios vinculados al Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), el departamento estatal encargado del control y administración de las 35 cárceles.
