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La Corte Constitucional de Ecuador le dio la razón a Paola Roldán, que padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA) y demandó que se le permitiera acceder a una eutanasia activa para poner fin al sufrimiento y la postración que le provocan su enfermedad.
La sentencia emitida este miércoles se considera todo un hito en Ecuador, que se convertiría en la práctica en el noveno país del mundo en despenalizar la muerte asistida para pacientes en circunstancias extremas.
“Hoy el Ecuador es un país un poco más acogedor, más libre y más digno”, agregó Roldán en una breve intervención ante los medios ecuatorianos, durante la que estuvo acompañada por su padre y sus abogados.
En América Latina, la eutanasia es legal en Colombia. En Perú, la Corte Suprema autorizó en 2022 su aplicación para una mujer que sufre una enfermedad incurable, pero sigue estando penada en la legislación y este caso se considera como una excepción.
La lucha de Paola Roldán no solo ha sido contra esta enfermedad que la mantiene prácticamente inmovilizada en una cama y le provoca intensos dolores, sino también contra un marco legal que, hasta ahora, sanciona con duras penas a quien preste ayuda activa para morir a personas en su situación.
Roldán y su equipo legal enfocaron sus argumentos en el derecho de la demandante a morir con dignidad, sin el sufrimiento prolongado que conlleva su dolencia.