Ahmed Salayme, palestino de 14 años, fue detenido el pasado mes de mayo. Ahora, seis meses de cárcel después, está más alto y delgado, según asegura su familia, que también le nota más serio. La experiencia en una prisión israelí ha sido dura.
“Desde el 7 de octubre todo fue peor. Nos obligaban a arrodillarnos, como forma de humillación, y había muy poca comida. Nos sacaban solo dos días para ducharnos”, explicó Ahmed en una entrevista con RTVE.
Como muchos adolescentes palestinos, Ahmed fue detenido por las autoridades israelís por tirar piedras. Harto, cuenta su padre, del acoso de los colonos judíos.
“Estamos rodeados de asentamientos de colonos, y son los colonos los que nos agreden”, explica el padre de Ahmed.
En el mismo edificio que la familia de este joven, viven sus tíos y primos. Ahora celebran, con una comida juntos, la excarcelación de Ahmed. Han estado mucho tiempo sin ningún contacto.
“Desde que comenzó la guerra nos cortaron toda comunicación con el exterior”, asegura el joven, que cuenta que no recibía visitas ni llamadas de teléfono. Por eso, tiene mucho de lo que hablar con su familia y con sus amigos, los que le han hecho volver a sonreír.
La mayor parte de los presos palestinos que están siendo liberados son menores y mujeres. Se ha confirmado que en este grupo que será debía estar la activista palestina Ahed Tamimi, un símbolo de la lucha contra la ocupación israelí.