Dos ñublensinos figuran entre los 100 Líderes Mayores 2025

A fines de octubre se publicó la quinta edición de “100 Líderes Mayores”, una iniciativa de Conecta Mayor UC y la Pontificia Universidad Católica, que reconoce a personas mayores de 75 años, su aporte y compromiso con el progreso del país, y a su vez busca enfrentar el edadismo o prejuicios asociados a ese grupo etario y promover, a través del ejemplo, el envejecimiento activo.
Dos ñublensinos fueron incluidos en la lista de líderes: el chillanejo Juan Mario Fuentes y Carmen Fritz, oriunda de Cobquecura.
El director ejecutivo de Conecta Mayor UC, Eduardo Toro, destacó que “ambos son ejemplos de que las personas mayores pueden ser motores del desarrollo de sus comunidades. Juan Mario es un comerciante que sigue con entusiasmo detrás del mostrador y, por otra parte, Carmen ha sabido hacer del voluntariado, una vocación verdadera. Ambos, desde distintos ámbitos, personifican el envejecimiento activo al que todos aspiramos y que, desde Conecta Mayor UC, queremos reconocer. La edad no tiene por qué ser una limitante, y por eso agradecemos y celebramos ambos testimonios”.
Fuentes Joyas
A sus 94 años, Juan Mario Fuentes Gatica es el encargado de abrir y cerrar cada día su joyería ubicada en calle 5 de Abril, en el centro de Chillán. Con una trayectoria de 68 años en el rubro, fue destacado en la categoría Economía y Oficios Tradicionales. Aún sigue sorprendido por este reconocimiento, pues desconoce quien lo postuló a “100 Líderes Mayores”.
“Para mí es una sorpresa y también ha sido un misterio porque no tengo idea quien me postuló. Cuando me llamaron de Santiago para notificarme yo pensé que era de esas personas que se dedican a comunicarse con la gente, con los comerciantes para estafarlos. Mi hija ha estado averiguando, pero hasta ahora no hemos podido saber quién me postuló”, dice.
La vida laboral de Juan Mario comenzó a muy temprana edad tras el fallecimiento de su padre. “Mi interés era ser contador, porque yo estudié en el comercial, pero el destino me dijo otra cosa. A los 12 años murió mi padre y de ahí tenía que estudiar, trabajar y hacerme cargo de del hogar”, revela.
El histórico empresario chillanejo incursionó en el rubro desde cero como vendedor viajero en 1952, cinco años después decide abrir su propio negocio instalándose en avenida Libertad, bajo el nombre “Casa Las Fantasías”.
“Yo vendía a plazo por cuenta de una empresa, después de cinco años me di cuenta que no servía para hacer ganar plata a otra gente y le dije al empresario que iba a presentar mi renuncia porque iba a trabajar directamente por mi cuenta, porque yo no nací para hacer ganar plata a otra persona, sino que para ganarla yo, y me instalé en Libertad”, recuerda.
Posteriormente, en 1970 su local cambia de dirección, se ubica en calle 5 de Abril y pasa a llamarse “Fuentes Joyas”, tal como se conoce en la actualidad.
Juan Mario, padre de cinco hijos, confiesa que la clave para lograr que su comercio perdure en el tiempo es la constancia y perseverancia. Si bien, partió por cuenta propia, hoy su familia también es responsable de sacar adelante la joyería, guiados siempre por él.
“Ahora trabajo con mis hijos, pero yo todos los días abro y cierro el local. A las 9.15 estoy tomando el desayuno y a las 10.00 estoy aquí”, agrega.
Para el comerciante y dueño de una radio local, ser una persona activa a sus 94 años de edad “solo se logra llevando una vida ordenada principalmente, porque si Dios a uno le da buena vida y buena salud, uno tiene que cuidarla, si no la sabes cuidar poco va a durar, es lo mismo que la situación económica”.
Nunca ha pasado por su mente dejar de trabajar, asegura que estará en “Fuentes Joyas” hasta que pueda. “Yo lo único que digo es que voy a trabajar hasta que Dios me de salud y vida, después que me muera, mis hijos van a continuar al frente de la tienda”, destaca.
Voluntariado hospitalario
En la categoría Labor Comunitaria y Política, “100 Líderes Mayores” reconoció el loable trabajo de Carmen Fritz de 84 años, vecina de Buchupureo, comuna de Cobquecura, quien hace 32 años fundó la Corporación Damas Cristianas Rosa de Sarón con el propósito de entregar esperanza, apoyo emocional y espiritual a pacientes hospitalizados.
“El objetivo principal era estar al lado del paciente en los hospitales públicos porque es donde hay mucha necesidad y aún más cuando la parte espiritual y emocional es muy importante para la recuperación del paciente, y eso fue lo que nos llevó a un grupo de señoras de Buchupureo a iniciarnos en el Hospital Higueras de Talcahuano en el 1993”, explica.
“En los casos de la quimio, las terapias de cáncer, pacientes terminales, que tú vayas y toques el área espiritual es importante porque eso les da otra visión, otra forma de enfrentar su dolor, su situación”, añade.
El impacto y beneficios que este voluntariado generó en los pacientes fue muy positivo, tanto que inspiró el programa Alivio al Dolor, una iniciativa de cuidados paliativos destinada a aliviar el dolor y otros síntomas en pacientes con enfermedades graves como el cáncer, mejorando su calidad de vida y la de sus familias. Para ello, las voluntarias recibieron capacitación de profesionales de las áreas involucradas para que pudiesen adquirir las nociones y herramientas necesarias para acompañar a los pacientes.
“Nuestra idea solamente era abocarnos en el Hospital Higueras de Talcahuano, pero esto realmente fue reconocido a nivel de dirección, y fuimos llamadas del Hospital Regional de Concepción, y así paulatinamente sin querer porque no estaba en nuestros planes extendernos a otras ciudades, pero se fue dando la oportunidad, y así fuimos emprendiendo esta carrera y formando filiales que ya somos sobre 20 en el país”, precisa Carmen.
“En muchos casos se nos dio la oportunidad de trabajar en Bien Morir, donde la persona realmente obtiene la paz y obtiene también, después de negar su diagnóstico, tiene esa aceptación, y es ahí en esa en estas áreas que nosotros trabajamos mucho”, agrega.
Hoy son más de 300 las voluntarias de la Corporación Damas Cristianas Rosa de Sarón distribuidas en filiales de los hospitales de Concepción, Talcahuano, Tomé, Cañete, Lebu, Arauco, Coronel, Curanilahue, Santiago, Quillón, Coelemu, Chanco, San Javier, Constitución. Recientemente se inauguró una nueva filial en el hospital de Quirihue, con siete voluntarias, que brindan atención a pacientes sociosanitarios.
“Estuve viviendo en Santiago y hace tres años llegué a mi tierra, a Cobquecura, y vi que en el hospital de Quirihue no había voluntariado. Empezamos llevando navidades a los pacientes con regalos y a celebrarles su cumpleaños, y eso me llevó a hablar con el director, y nos dio la autorización para que esas señoras nos abocáramos a ayudar con apoyo a pacientes sociosanitarios del hospital, que están abandonados. Junto a la asistencia social, nos hemos propuesto metas con los pacientes”, señala la voluntaria.
“Se le está dando charlas, talleres para no tenerlos solamente ahí encerrados, porque hay casos de personas ya de adultos mayores que tienen sus muchos años ahí, que están encerrados prácticamente. Ahora incluso le estamos cooperando en talleres de jardinería para que los pacientes tengan realmente un incentivo, sacarlos de esa monotonía en que se encuentran”, agrega.
Además de entregar apoyo emocional y espiritual, la Corporación entrega canastas de alimentos y asume gastos de los pacientes más necesitados. El aporte de socios cooperadores, de las voluntarias y sus familiares hace posible realizar estas acciones.
“Mensualmente entregamos canastas de alimento, los insumos que son elementales durante la hospitalización del paciente. En cada ciudad tenemos un closet donde tenemos los insumos que cada semana estamos proveyéndole a los pacientes”, dice.
Comenta que uno de los casos que ha tenido gran significado para ella, es el de una paciente con cáncer terminal que estaba en condición de abandono, y la acompañaron hasta su muerte. “Era una señora joven con un cáncer terminal, Cecilia, nunca se nos ha olvidado su nombre. Estaba sin familia, abandonada, separada y con una niña de seis años y nos hicimos cargo, le dimos hogar hasta que falleció. Estuvo a nuestro lado como reina, dándole de todo, íbamos en un inicio a su casa, mañana y tarde a darle las comidas, hasta que dejamos en su última morada a Cecilia, dándole una familia que la acogió y la hizo pasar el buen morir”, recuerda.
Carmen precisa que ser reconocida en la edición 2025 de “100 Líderes Mayores” es una manera de tocar los corazones de las personas.
“Para mí ha sido primeramente una sorpresa, es gratificante, pero la razón no es que seamos reconocidas, sino más bien que nuestro trabajo llegue a los corazones y a las personas con necesidad, eso ha sido siempre, nunca hemos trabajado como para que seamos reconocidas, muy por el contrario, es una forma muy anónima, estamos siempre cooperando en toda lo que nosotros podemos hacer a nuestro alcance”, cierra.
