El pasado 7 de mayo Chillán registró niveles de contaminación correspondientes a un episodio de preemergencia. El promedio diario de partículas MP2.5 del monitor Purén, uno de los validados por el Ministerio de Medio Ambiente para registrar la contaminación del aire de la zona saturada Chillán-Chillán Viejo, marcó un promedio de 117 microgramos por metro cúbico de material particulado 2.5 durante 24 horas.
Pese a ello, no hubo indicaciones de restricciones en el uso de la leña en la ciudad ni se informó alguna medida restrictiva. Pese a que el episodio constatado durante un promedio de 24 horas superó con creces la norma, la ciudad siguió funcionando con normalidad, sin fiscalización al uso de la leña.
El seremi de Medio Ambiente, Patricio Caamaño Viveros, comentó a que esto se debió a que en mayo “se han registrado eventos muy focalizados en determinadas horas del día, en especial durante el retorno a casa de las personas, produciéndose algunas alzas en la cantidad de material particulado, puntualmente el pasado 7 de mayo”, cuando el monitor de Purén llegó a registrar hasta 456 microgramos por metro cúbico a las 20.00 horas.
Según el seremi, a pesar de ese peak, que considera como “evento”, durante el resto del día la calidad del aire que respiran los chillanejos fue “bueno”. No obstante, Chillán estuvo bajo malas condiciones de calidad del aire entre las 18.00 horas, cuando el monitor marcó 135 ug/m3 de contaminación, hasta las 03.00 de la mañana del día siguiente, cuando el monitor registró 109 ug/m3, es decir, nueve horas con niveles peligrosos para la salud.
Al respecto Caamaño precisó que “hubo un alza en horas de la tarde y noche, pero el resto del día no entró al grupo de tener concentración mayoritariamente en episodio crítico (alerta, preemergencia, emergencia)”.
El registro horario de contaminación, sobre los 400 ug/m3 entre las 20.00 y 22.00 horas, y sobre 100 en otras ocho horas, “nos indica que fue un hito no considerado en la proyección y declaración del día anterior, cruzando las variables que determinan dicha medición”.
Apuntó además que si bien es cierto se utilizan los promedios diarios como una medida estándar para medir la contaminación, muchas veces los peak o eventos se producen en horas en que las personas no están expuestas a contaminación.
Caamaño agregó que “los protocolos de prevención proyectaban una calidad del aire más malo. Los cambios en la fiscalización de ingreso de leña seca, mayor cantidad de equipos de recambio de calefactores y las condiciones climáticas, nos dan, hasta este minuto, una comparación con 2018 y 2019, un poco mejor”.
Comparación con 2019
Caamaño agregó que en relación a otros años, la situación según su visión parece estar cambiando, pues en otras temporadas en abril ya existía una mayor saturación ambiental por la presencia de material respirable producido por las chimeneas.
Durante este 2020, sostuvo, es probable que una mejor conciencia ciudadana, temperaturas más elevadas de lo común para esta fecha y la existencia de mayor oferta de leña seca sean factores que hayan incidido en que haya menos días regulares o de pre emergencia o emergencia.
De acuerdo a los datos del monitor Purén, en cuanto a episodios constatados de contaminación (diferentes a los episodios anticipados mediante el sistema predictivo que no fue capaz de predecir la contaminación del 7 de mayo), sin se compara 2019 con 2020 se evidencia efectivamente una merma de episodios críticos.
Entre el 1 de abril y el 13 de mayo de 2019 se habían registrado dos alertas y una preemergencia en episodios constatados de contaminación. Y este año 2020 en el mismo periodo se evidencia solo una preemergencia.
Caamaño precisó que como consecuencia de la fiscalización efectuada cuando estuvo en funciones el cordón sanitario en la intercomuna, ingresó una elevada cantidad de leña seca, con una humedad baja y de acuerdo a la normativa nacional.
Según estimaciones de la entidad, a la ciudad entraron entre 3.500 a 4.000 metros cúbicos de combustible de buena calidad, adicionales, para que sea usada por la comunidad a través de calefactores.
Agregó que puede estar influyendo es que “el invierno pasado empezamos con 1.513 equipos del programa de recambio, hoy superamos las 4.100 familias con equipos de mejor calidad” y mayor leña seca disponible.
Superintendencia
En tanto, el encargado de la oficina regional de la Superintendencia de Medio Ambiente, Cristian Lineros, declaró que durante esta temporada, “hemos puesto hincapié en una fiscalización coordinada, tanto con municipios, Conaf y Seremi de Salud. Es así que en lo que va del año, se han fiscalizado más de 50 vehículos con transporte de leña, fundamentalmente en los accesos del cordón sanitario en coordinación con Municipios, Carabineros, Ejército y Conaf”.
Ese control, enfatizó, “ha permitido contar con una base de datos de alrededor de 60 registros de comerciantes informales de Chillán y Chillán Viejo, los que pudiesen entrar a un programa de regularización por parte de otros servicios competentes, toda vez que es una cantidad significativa, y guarda una relación directa con el principal sistema de aprovisionamiento local, fijación del régimen de precios y control municipal.
Respecto de establecimientos de venta, se han georreferenciado base de datos históricas de leñerías (alrededor de 40) y se está en proceso de actualización constante, donde la mayoría de los locales establecidos y fiscalizados cuentan con leña seca, es decir con bajo el 25% de contenido de humedad”.
Las autoridades ambientales, plantearon además que este viernes está programada la visita a la zona del subsecretario de Medio Ambiente, Javier Naranjo, quien encabezará una nueva jornada de fiscalización en el territorio de la intercomuna a través del uso del dron que permite verificar el cumplimiento de la normativa ambiental al detectar desde el aire la presencia de humos visibles desde viviendas, las que están georreferenciadas.
Adicionalmente, la autoridad nacional participará en una nueva reunión de la Mesa de Calidad del Aire con el intendente regional, con el fin de analizar la marcha de las diferentes estrategias dispuestas en el marco del Plan de Prevención y Descontaminación de Chillán y Chillán Viejo que está vigente desde el 1º de abril hasta el 31 de septiembre.
La agenda de trabajo considera además la visita al nuevo monitor para analizar la calidad del aire que está ubicado en la ciudad de San Carlos y que permitirá tener registros acreditados, que pueden servir para que en el futuro se genere en la zona un vasto plan de descontaminación como el que existe para la capital regional.