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Señor Director:
Mucho se ha hablado del ministro Cataldo al llegar varios meses tarde con los muy necesarios útiles escolares. Después de cinco meses, comenzó la entrega, con el segundo semestre ya en marcha. Por otro lado, se ha debatido acerca de la decisión de la comuna de Las Condes de prohibir el uso de celulares en los establecimientos educacionales bajo
su responsabilidad. Sobre los útiles, no veo mucho dónde aportar a las múltiples cartas, gestiones y reuniones ya descritas. Un punto clave: se ha visto burocracia y defensas corporativas desde la autoridad hacia la Junaeb, jugando con el tiempo y el aprendizaje de miles de jóvenes en situación de vulnerabilidad. Sobre los celulares, me parece interesante profundizar: difícil encrucijada donde he identificado dos polos que se contraponen y donde busco claridad y, quizás, por qué no, un debate amplio: ¿Se busca aportar-adaptar nueva
tecnología al proceso educativo o se busca disminuir la carga de profesores en controlar fenómenos sociales que son perjudiciales? Personalmente, me inclino a favor del primer polo: me gusta el desafío, quizás, porque se vincula a mi quehacer diario relacionado con detectar riesgo y saber o decidir cómo administrarlos.
Rodrigo Muñoz Hinrichsen