Señor Director:
En respuesta a la carta del Sr. Mario Rozas Vera, publicada el 8 de diciembre pasado, titulada Disputa por aguas de las Termas, me permito señalar lo siguiente:
El predio Termas Minerales del municipio chillanejo, como es sabido ha contado desde larga data con un hotel, que era abastecido con aguas provenientes de una vertiente superficial de aguas frías para sus instalaciones y controlar la temperatura de las aguas termales provenientes de otras fuentes naturales, que nada tienen que ver con este conflicto.
Pues bien, el municipio de Chillán, en los años 2014 y 2015, solicitó inscribir 15 vertientes de aguas superficiales de aguas frías, 14 de las cuales fueron intervenidas en forma reciente para desviar sus aguas a nuevos proyectos inmobiliarios y sectores de esparcimiento. Estas aguas habían escurrido por tiempos inmemoriales en forma libre, permitiendo su disponibilidad para que unos 2.200 regantes del río Diguillín las usaran para regar sus cultivos por generaciones, en forma tranquila y en paz en sectores rurales de las comunas de San Ignacio, Bulnes y El Carmen.
Al conocer la primera publicación en el Diario Oficial, concurrí personalmente al municipio para exponer al alcalde Sr. Sergio Zarzar, lo errado de la solicitud ante la DGA y ofrecer nuestra asesoría gratuita para buscar las mejores soluciones legales que permitieran el total desarrollo de las Termas. Este ofrecimiento no fue aceptado y obligó al Directorio de la Junta a cumplir con los estatutos en defensa de los derechos de aprovechamiento de aguas de sus asociados, incurriendo innecesariamente en asesoría legal especializada en materia de aguas durante estos cinco años, llegando en dos oportunidades a lograr sentencias favorables de los regantes y en contra el municipio ante la I. Corte Suprema en los años 2017 y 2019.
Nuestro interés se ha mantenido siempre con acercamientos hacia el Sr. Zarzar y sus asesores, no obstante su inacción frente a nuestros ofrecimientos de apoyo, como el daño a nuestros asociados, nos ha obligado a continuar en el ámbito penal por exigencia de la asamblea general de socios.
Esperamos enfrentar los nuevos tiempos de cambios constitucionales, dando a conocer el trabajo silencioso y muchas veces no reconocidos de las familias que se dedican a producir alimentos a través de la agricultura, resaltar con la misma fuerza el derecho humano del acceso al agua, el derecho humano que tienen estos agricultores en vivir en paz en sectores apartados, siendo respetados en su tradición y en especial, evitar que se les arrebate su derecho al agua por desconocimiento y opiniones sin fundamentos.
Juan Carlos Villagra de la Sotta
Presidente Junta de Vigilancia del río Diguillín