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Disminución estacional del desempleo

Nuevamente, la tasa de desempleo en Ñuble experimentó una baja interanual. En el trimestre julio-septiembre el indicador se ubicó en 10,0%, lo que representó una disminución de 0,6 puntos en comparación con igual periodo del año pasado.

El comportamiento está en línea con lo observado a nivel nacional, en que la desocupación descendió 0,2 puntos en 12 meses para ubicarse en 8,5%.

La gran diferencia es que Ñuble aún sigue en los dos dígitos, completando seis mediciones consecutivas en esos niveles, de hecho, hasta agosto lideró la desocupación a nivel nacional, triste sitial del que fue desplazado por Biobío, que enfrenta una severa crisis laboral.

Según el INE, en Ñuble se crearon 7.400 empleos netos en 12 meses, lo que equivale a un aumento de 3,5% en el número de ocupados. Ciertamente es una buena noticia, pero aún son cifras insuficientes para mover efectivamente la aguja del empleo local.

Los sectores que más contribuyeron al aumento de los ocupados fueron enseñanza (25,5%), construcción (19,9%), salud (10,9%) alojamiento y servicio de comidas (35,5%), silvoagropecuario (4,1%) y servicio doméstico en el hogar (35,0%). Por otro lado, los principales descensos se observaron en comercio (-15,6%), industria manufacturera (-15,4%), transportes y almacenamiento (-17,0%) y administración pública (-6,6%).

En ese sentido, la estacionalidad del agro es un factor que favorecerá la generación de empleos en los próximos meses en la región, así como también la recuperación de la construcción, de la mano de la reactivación de proyectos públicos y del rubro inmobiliario.

Lo anterior debiera llevar al desempleo regional a tasas de un dígito en las próximas mediciones, es decir, entre 9,0% y 10%, si se repite el escenario del verano pasado, o inferiores a 9,0%, en uno más optimista. A pesar de ello, son guarismos elevados en comparación con el resto del país. De hecho, desde diciembre de 2022 que el desempleo en Ñuble no baja del 8,0%, vale decir, 33 mediciones consecutivas.

La mala noticia es que esta baja sería puntual, incidida en buena medida por factores estacionales. Según analistas, no se observa un cambio de tendencia: el empleo sigue estancado y, por lo tanto, lejos de la recuperación.

En sectores clave de la economía regional, como el comercio, se destruyeron casi 6 mil puestos en 12 meses, lo que no solo refleja la crisis que enfrenta ese sector, sino que la caída de los ingresos de los hogares, que lleva aparejada una contracción del consumo.

La economía crece apenas en torno a su potencial, lo que ha sido insuficiente para generar una recuperación sostenida del empleo. Además, el mercado laboral mantiene una debilidad estructural, reflejada en un alto desempleo asociado a una escasa generación de empleo formal, en un entorno de baja productividad y alza de costos laborales.

Recetas para reactivar la economía existen muchas, pero en el caso de Ñuble, el desempleo estructural obedece a problemas estructurales de la región, que la hacen menos competitiva, como la falta de infraestructura habilitante, insuficiente capital humano calificado, una matriz productiva poco diversificada y altamente dependiente del sector primario y escasas inversiones que agreguen valor a la producción

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