Señor Director:
Aquellos que piden a la ciudadanía que deje de lado las discusiones valóricas para centrarse en los temas “realmente” importantes, cometen un grave error.
Si bien temas como energía, economía e inversión son indispensables, disociar estos de la libertad individual en materia reproductiva, sexual, afectiva y religiosa es no comprender que las sociedades se crean de adentro hacia fuera. No se puede pretender formar el edén cuando a los anhelos y libertades de los habitantes se les coarta y tratan como asuntos de segunda categoría.
Pilar Lorenzoni