Los diputados del partido en formación Avancemos Chile, Víctor Pino, Yovana Ahumada y Enrique Lee, presentaron un proyecto de reforma constitucional para modificar el Artículo 159 de la Constitución, y cerrar así el proceso Constitucional en diciembre próximo.
Es decir, si se rechazara el texto propuesto por el Consejo Constitucional recién electo, por los próximos ocho años, cualquier iniciativa futura de nueva Constitución, “debiera ser sometida a plebiscito de entrada, para contar con una consulta a la ciudadanía”, precisaron los legisladores.
Al respecto, la diputada por Ñuble de la UDI, Marta Bravo, sostuvo que como sector, “no vamos a estar disponibles para un tercer proceso constituyente en caso que se rechace la propuesta en diciembre próximo. Nosotros sí nos comprometimos a un segundo proceso, que es el que comenzará muy pronto, porque entendimos que la ciudadanía así lo manifestó ampliamente el 2020, y la Convención Constitucional les negó esa posibilidad, al presentar un texto absolutamente refundacional. No existen los votos para habilitar un tercer proceso, por lo tanto, no se requiere de ningún proyecto de ley para garantizar lo anterior”.
Desde el Partido Social Cristiano, su presidenta, la diputada por Ñuble Sara Concha, manifestó que “si bien es cierto, es una buena iniciativa de ley, una buena propuesta, más allá de eso lo que debemos entender son las claras señales de la ciudadanía. Esta no cree en un nuevo proceso constituyente, y nuestro debate debe estar enfocado en poder resolver las problemáticas que hoy día aquejan a la ciudadanía. Por eso, yo creo que es importante dar énfasis, más allá de qué vamos a hacer en diciembre, a las problemáticas que está viviendo ahora la ciudadanía en materia de seguridad, inmigración; qué está pasando en el tema de la macrozona sur, y sobre todo, en materia de economía y pensiones. Creo que en eso debe estar enfocado nuestro debate, debemos leer las claras señales que la ciudadanía nos ha dado respecto del proceso onstituyente”.
El legislador de RN, Frank Sauerbaum, en tanto, afirmó que “independiente del resultado de diciembre, se apruebe o se rechace el texto, este diálogo respecto del tema constitucional se tiene que cerrar definitivamente, y ojalá lo podamos discutir en 40 años más, porque no es una discusión que uno tenga que tener habitualmente. Las constituciones se modifican en situaciones excepcionales, y la mayoría en Chile parece, no está en condiciones ni tiene ganas de hacerlo. Creo que si se aprueba el texto, ojalá no tengamos que reabrir la discusión; y si se rechaza, es porque definitivamente los chilenos esperan otra cosa de las leyes, otra cosa del comportamiento de su clase dirigente, o mayor justicia, que no tiene que ver con la Constitución”.
Recalcó que “ojalá sea una discusión que no se haga en ocho años, sino que ojalá en 40 ó 50 años, para darle estabilidad al país, que es lo que más requiere para mejorar sus condiciones de vida, los niveles de inversión, la generación de empleo, la generación de oportunidades y transformar a Chile de nuevo en un país de una clase media fuerte, que crea la movilidad social a través de su esfuerzo y la ayuda del Estado”.
Proyecto de Bachelet
Desde la centro izquierda, el diputado ind.-DC, Felipe Camaño, manifestó que “luego de las últimas elecciones, nos hemos dado cuenta que el país está agotado y enfrentando problemas cotidianos que no motivan a la ciudadanía a ser partícipe de un nuevo proceso. Lo que se logre de aquí a fin de año, será aprobado o rechazado mediante un proceso democrático”.
Añadió que “frente a un eventual escenario en que triunfara el rechazo y continuara rigiendo la actual constitución, podríamos lograr un acuerdo parlamentario y ocupar nuestras facultades para realizar reformas Constitucionales a la norma. Nada está escrito en piedra, las sociedades cambian y se modernizan, y las Constituciones deben estar acorde a estos cambios”.
Camaño cree que también podría considerarse una segunda vía, que respeta la institucionalidad vigente. “Esta sería que el Gobierno le diera curso a la tramitación del proyecto que presentó la ex Presidenta Michelle Bachelet, y que quedó olvidado en la comisión de Constitución del Senado. Este proyecto, que incorporaba una serie de derechos sociales y otras propuestas, fue presentado cinco días antes del término de su segundo mandato. Recordemos que este proyecto se basó en el esquema de participación ciudadana que fue bastante amplia, con cabildos realizados prácticamente en todo Chile. Ahí veremos si el gobierno considera esta alternativa”, sentenció.