Señor Director :
Para entrar a la cuenta corriente bancaria, el banco bloquea la clave al tercer intento fallido, es decir, me puedo equivocar dos veces, pero no tres. El banco separa así la torpeza y/o amnesia del intento de fraude.
Sin embargo, la directora de Presupuestos corrige cuatro veces su Declaración de Intereses y Patrimonio y nadie bloquea nada. ¿Será, como dijo el ministro de Hacienda, “la mejor directora de Presupuestos que hemos tenido”,porque los demás corrigieron su Declaración de Intereses y Patrimonio cinco o más veces?
¿Será que los que deben realizar esa Declaración son torpes, amnésicos y/o deshonestos y ni la Contraloría ni, según la ley, “el jefe superior del servicio, o quien haga sus veces”, dan abasto para controlarlos? ¿Será que nuestra legislación de probidad en la función pública (Ley 20.880) es laxa y benevolente, dando muchas opciones y plazos para rectificar livianamente las Declaraciones al punto que perseguir su estricto cumplimiento resulta agotador e improductivo?
Podría ser que las Declaraciones de Intereses y Patrimonio se hagan con una postura de mínima “por si pasan”. Y como aquí, a diferencia de las cuentas bancarias, no se bloquea el cargo que ocupa el funcionario el cual sigue devengando sus remuneraciones, y no hay intereses ni multas como en los impuestos, el negocio de apostar al mínimo es redondo.
José Luis Hernández Vidal