Con el objetivo de mostrar la cosecha mecanizada de almendros, la empresa Agromillora organizó un día de campo en el fundo Santa Elvira, en Bulnes, del agricultor Raúl Medina, quien comenzó en 2018 con un ensayo desarrollado por la empresa y al ver los resultados, plantó el primer huerto comercial de almendros en seto de la región, el año pasado.
Según Antonio Fuentes, supervisor zonal sur de Agromillora, la actividad apuntó a mostrar el cierre del año y difundir las ventajas de este cultivo para la zona, de manera que sea una alternativa de inversión para los agricultores, que les permita diversificarse en un contexto de escasez de mano de obra y alta volatilidad de los precios de los commodities.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]
Ello, porque uno de los atributos del almendro es el bajo uso de mano de obra, ya que tanto el manejo como la cosecha se pueden hacer con máquinas. Se estima que para un campo de 60-80 hectáreas basta con dos personas, y los servicios de manejo y cosecha se pueden tercerizar.
Agromillora no solo comercializa las plantas, sino que es desarrollador de este sistema de setos y del portainjerto. La firma también está detrás del boom del olivo en setos a nivel mundial.
Alternativa
El día de campo congregó a agricultores grandes, medianos y pequeños, así como también a profesionales de consultoras y de los Prodesal, quienes conocieron in situ el huerto experimental plantado en 2018, donde observaron el trabajo de la máquina cosechadora.
El profesional destacó los buenos resultados que tuvieron con las variedades de floración más tardía, lo que reduce el riesgo de pérdidas por heladas, y planteó que con este sistema se pueden alcanzar rendimientos de 2 mil a 3 mil kilos por hectárea a partir del quinto año.
Fuentes hizo hincapié en las virtudes del almendro en seto que lo hacen interesante incluso para productores usuarios de Indap, ya que además de existir un buen número de poderes compradores, también hay nichos para la venta al detalle.
En Ñuble, agregó, es muy atractivo, porque el valor del suelo es menor que en la zona central y porque hay mayor disponibilidad de agua, aunque el consumo de esta planta es menor al de otros frutales.
“Hoy, el sur tiene pocas alternativas frutícolas, pero son más que hace 10 años. Y si bien hay muchos agricultores que nunca se cuestionaron meterse a la fruticultura, sí pensaron meterse en esta pasada con el cerezo, pero hoy el panorama cambió para el cerezo: los valores son diferentes, tenemos una cuestión política y social que probablemente haga que el acceso a la mano de obra sea más complejo -más que caro-, y por ello, quienes ya habían tomado la decisión de entrar a la fruticultura, están buscando alternativas que demanden menos mano de obra, y dentro de esas entra el avellano, el ciruelo, el almendro, entre otros”, sostuvo.
En cuanto al mercado, hay distintos poderes compradores interesados en aumentar volúmenes, de hecho, en el día de campo participó la empresa Pacific Nuts.
[/bg_collapse]