Piden 38 años de cárcel a profesor que explotó sexualmente a hijastra
Share This Article
Una denuncia presentada en 2020 y otra -llena de evidencias audiovisuales- presentada en 2022 ante la Brigada de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) de la PDI de Chillán, les permitieron a los funcionarios policiales dar con un profesor de Teología y con un doctorado en curso, quien almacenaba en su Notebook más de 160 mil imágenes entre fotografías y videos en los que aparecían un número no precisado de hombres teniendo relaciones sexuales, siempre con una misma niña.
La mujer resultó ser su hijastra desde 2009, cuando ella tenía solo 9 años. Con complicidad de la madre de la menor, se inició una relación de dependencia basada en el reforzamiento positivo de sus conductas sexuales, al punto que con los años, la niña pensaba que era un medio válido para obtener afecto y otros beneficios.
Esta “sexualización traumática” como conceptualizó la situación, el juez del Tribunal Oral en lo Penal de Chillán, Juan Pablo Lagos, y este proceso de estar “bajo hechizo”, como lo definió el fiscal Florentino Bobadilla, fueron en una escalada que se mantuvo por más de 10 años, ya que con el tiempo, el acusado creó una red formada con otros hombres, a quienes por lo general conocía a través de redes sociales.
“Fueron muchos, No podría decir un número”, declaró la víctima ante el tribunal.
Pese a lo anterior, la PDI tras la revisión de todas y cada una de las imágenes, logró identificar a 13 personas quienes participaron de estas citas, las que además, eran filmadas por el profesor.
Por estas razones, y tras un juicio que se extendió por una semana, el tribunal dictaminó fallo condenatorio contra la totalidad de los imputados. Algunos de ellos, ya se encuentran en prisión preventiva desde inicios de este año.
En enero de 2024, la madre también fue condenada en calidad de cómplice de violación, sin embargo, se le decretó una pena de menos de tres años, por lo que hoy cumple su condena en libertad.
38 años de cárcel
En la audiencia, los representantes del Ministerio Público fueron el fiscal Florentino Bobadilla y la abogada asistente Daisy Salinas, quienes pidieron tres penas en contra del padrastro de la víctima.
Una de presidio perpetuo (20 años) por el delito de violaciones reiteradas, con la agravante de ser el garante y figura paterna de la víctima; otra, de 15 años, por el delito de abusos sexuales reiterados; y una de tres años, por producción de pornografía infantil.
“Llegó a la vida de la niña como profesor particular, luego fue pareja de la madre de esta y desde pequeña fue influyendo en ella para someterla a los vejámenes sexuales, desplegando acciones para hechizarla y mantener en secreto los hechos hasta incapacitarla psicológicamente para oponerse a estos”, explicó el fiscal Florentino Bobadilla.
El fiscal aseguró tras el juicio que esta investigación tiene rasgos “que con anterioridad solo se había visto en casos de sectas. De hecho, el acusado dio una declaración inverosímil, intentando manipular la visión del tribunal y la Fiscalía”.
Para el resto de los imputados, se pidieron penas que van desde los 12 a los 20 años de cárcel.
Este trabajo de la PDI les valió un premio a la “investigación de excelencia” otorgado por el Alto Mando institucional.
Sobre el caso “Masajes Tailandeses”, como le denominaron, la comisario Carolina Henríquez precisó que “se revisó un sinnúmero de evidencias, más de 166 mil archivos, 13 mil fotografías y 130 videos, lo que permitió conocer la identidad de quienes hoy están siendo condenados”