Al menos 14 personas, incluidos tres menores de edad, murieron este jueves en Kiev tras uno de los mayores ataques aéreos rusos desde el inicio de la invasión en 2022, informaron autoridades locales y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
De acuerdo con el mandatario, el Kremlin optó por “continuar matando” antes que retomar el diálogo de paz, pese a los recientes intentos diplomáticos impulsados por el presidente estadounidense Donald Trump, que no han arrojado avances concretos.
Los bombardeos provocaron graves destrozos en la capital ucraniana. Una de las explosiones abrió un cráter en un edificio residencial de varios pisos, que quedó partido en dos. Equipos de rescate extrajeron cuerpos de entre los escombros, algunos aún con ropa de dormir, y los trasladaron en bolsas plásticas negras.
El ejército ucraniano informó que Rusia lanzó 598 drones y 31 misiles —incluidos dos hipersónicos Kinzhal—, en lo que calificó como el segundo mayor ataque aéreo a escala nacional desde febrero de 2022.
Mientras que la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, aseguró que la Unión Europea (UE) mantendrá la “máxima presión” sobre Rusia con más sanciones.
“El ataque de anoche se produjo muy cerca de la misión diplomática, la representación de nuestra Unión. Dos misiles impactaron a 50 metros de la delegación en un intervalo de 20 segundos. Éste es otro sombrío recordatorio de lo que está en juego”, indicó Von der Leyen en una breve declaración a la prensa sin preguntas.
