Productores y representantes de empresas del rubro participaron, en Chillán, en el Encuentro Regional Fedefruta 2025, organizado por Fedefruta y ProChile Ñuble, con el patrocinio de la Asociación de Agricultores de Ñuble.
En la cita anual se abordó cómo viene la temporada para el arándano, las tendencias en el rubro de avellanas, los desafíos del mercado de las cerezas y la situación fitosanitaria, además de proyectos específicos, como la reactivación de la Granja China en Chile, que luego de fracasar el intento por implementarla en Ñuble, finalmente se definió que estará en la Región Metropolitana.
“En los últimos años hemos visto una transformación productiva en nuestra zona, con la creciente incorporación de rubros como avellano europeo, arándanos y cerezas, frutales que hoy son clave para la inversión, empleo y los encadenamientos productivos, sin embargo, este crecimiento no está exento de desafíos: temas como situaciones fitosanitarias, temas hídricos, embalses, la eficiencia productiva, el acceso a mercados internacionales, la sustentabilidad en la gestión de recursos, que son transversales en todos nuestros rubros”, expresó Marcos Trucco, director de la Asociación de Agricultores de Ñuble.
Escenario para arándanos
Según manifestó Andrés Armstrong, gerente del Comité de Arándanos, de Frutas de Chile, tras la crisis que enfrentó el rubro, “entendemos que frente a la competencia, lo que necesitaba Chile era mejorar su oferta, tener una calidad más consistente que permita competir (…) Creemos que estamos avanzando en ese camino de tener una oferta mucho más estable, perdimos mucho terreno por diversas razones, pero creo que vamos por buen camino”.
Las proyecciones para la temporada 2025-26 estiman en 91.512 toneladas de arándanos frescos, lo que representa un alza de 1% respecto a la temporada 2024-25.
“Llegamos casi a las 120 mil toneladas (2020-21) y después fuimos perdiendo espacio, fue saliendo parte de nuestra exportación en fresco. Esto no es porque dejáramos de producir en ese momento, es porque empezó a haber fruta que no tenía un espacio en el mercado y se empezó a quedar en Chile, se fue al congelado, empezó a salir capacidad productiva en términos de hectáreas (reducción de huertos)”.
“Desde la temporada anterior hubo un rebote, de hecho, en la temporada 2023-24 nuestras estimaciones estaban más cerca de las 80 mil toneladas, pero en función de la situación de Perú, con El Niño y con la baja productiva, salió más fruta que la que todos esperábamos, y vemos que los índices de calidad de esa temporada fueron los más bajos que hemos tenido, porque había un espacio comercial para la salida de mucha fruta que en otras condiciones no la hubiese tenido. Hubo un alto en la baja de nuestras exportaciones y de ahí hemos ido creciendo de a poco, pero básicamente, en función del recambio varietal”.
“Tuvimos variedades que en algún momento funcionaron bien, pero que en las condiciones actuales de mercado no llegaban bien, con calidades cuestionables, y nosotros hicimos una recomendación de dejar de exportar esas variedades”, contextualizó el profesional.
“El mensaje que nosotros queremos mandar a los mercados es que Chile se está preparando, Chile está incorporando la genética nueva”, indicó.
En esa línea, hizo hincapié en el aumento de 34% entre 2024 y 2025 en la superficie con nuevas variedades, como, por ejemplo, Blue Ribbon, Suzie Blue y Secoya, entre otras; y, por otro lado, la disminución de 16% en las variedades tradicionales en el mismo periodo.
“Hay un recambio a nivel de las plantaciones, más allá de que mucha de la producción está llegando a la industria del congelado”, sentenció.
