Desempleo no cede y acumula siete mediciones consecutivas con tasas de dos dígitos en la región
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El INE informó ayer que la región de Ñuble anotó una tasa de desocupación de 10,0% en el trimestre móvil septiembre-noviembre de 2024, un guarismo muy elevado para esta época del año, según analistas, quienes coinciden en que ello da cuenta de la falta de dinamismo del mercado laboral regional, caracterizado por una menor creación de puestos de trabajo, sueldos poco atractivos en comparación con otras regiones y una alta informalidad laboral, que alcanzó un 35,8%.
Con este dato, la región acumula siete mediciones consecutivas con tasas de desempleo de dos dígitos, lo que constituye un récord para Ñuble desde que existen registros, puesto que tradicionalmente, las altas tasas se circunscribían a uno y hasta tres meses en invierno, derivado de la menor actividad de algunos rubros marcados por la estacionalidad, como la agricultura.
Pese a que durante buena parte del año las autoridades prefirieron concentrarse en el incremento de la fuerza de trabajo, en pequeños aumentos en el número de ocupados o en la mayor participación de la mujer en el mundo laboral, finalmente reconocieron la situación crítica que enfrenta el empleo en la región, y que no pocos economistas califican como “estructural”, aunque ello no ha ido de la mano de propuestas de soluciones, ya que éstas dependen de la capacidad de la región de atraer más inversiones.
De hecho, durante buena parte del año Ñuble se posicionó como la región con la mayor tasa de desempleo del país -en el trimestre móvil abril-junio alcanzó un histórico 10,7%-, lugar que cedió a La Araucanía en el trimestre móvil julio-septiembre, aunque hasta la fecha mantiene el segundo puesto.
Un factor clave de este proceso ha sido la menor demanda de mano de obra en labores agrícolas como también en la agroindustria, a lo que se suma el frenazo del sector construcción. En ese sentido, han sido los sectores servicios y administración pública los principales motores del empleo local, a los que en los últimos meses se sumó el comercio y la industria manufacturera.
Renato Segura, director de la Didepro de la Municipalidad de Chillán apuntó a la destrucción de empleos. En esa línea, abordó la situación que se observa en sectores como el turismo y la construcción, y planteó que a raíz de las nuevas normas laborales y el aumento del salario mínimo han llevado a muchas pymes a ajustarse con menos personal. “Las condiciones están dadas no solo para que no se creen empleos, sino que para que haya una destrucción de empleos”, advirtió.
Por su parte, Alejandro Lama, presidente de la Cámara de Comercio de Chillán, aseveró que “uno esperaría que el indicador baje de los dos dígitos, lamentablemente, esto significa que todavía estamos empantanados con la economía regional, significa que todavía no se han tomado acciones directas en el sentido de poder contrarrestar la cesantía”.
El dirigente gremial sostuvo que “falta una firme decisión por parte del estado, de poder intervenir en nuestra región más pobre”. En ese sentido, planteó que se debiese implementar un plan especial con medidas de corto, mediano y largo plazo para enfrentar el desempleo actual y futuro.