Desde hace 5 años el Hospital de Chillán brinda a pacientes acompañamiento espiritual
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Ruth Garró es una de las 60 integrantes del Comité de Acompañamiento Espiritual del Hospital Clínico Herminda Martín, cuyo propósito central es brindar una atención humanizada, cercana y enfocada fuera de los umbrales que atiende la medicina y las otras especialidades del establecimiento.
“El espíritu también necesita atención y acompañamiento, independiente de las creencias religiosas de una persona, por eso, como Departamento de Gestión Usuaria y Participación Social instauramos ya hace 5 años este Comité que continuó sus atenciones incluso en el tiempo de pandemia, motivo por el cual ha sido destacada como una buena práctica que favorece la humanización de la atención en el entorno hospitalario”, destacó Solange Jélvez, jefa del Departamento de Gestión Usuaria y Participación Social del Hospital Clínico Herminda Martín.
El Comité cuenta con diversos credos religiosos, para destinar a los voluntarios de acuerdo a las preferencias del usuario o usuaria y su familia. Entre ellos están presentes representantes católicos, adventistas, evangélicos (distintos tipos de congregaciones) y algunos independientes.
“Tenemos una planificación mensual de turnos, que les permite acudir al Hospital los martes y los jueves a diversos servicios de hospitalización – Neurología, Cirugía Indiferenciada, Medicina, Obstetricia y Ginecología- y atención ambulatoria como la Unidad de Oncología y también la de Diálisis. En esos días, alrededor de 15 integrantes recorren las Unidades y Servicios, entregando acompañamiento de forma personalizada”, sostuvo Jélvez.
También existe la modalidad de atención de urgencia, que es utilizada cuando debido a un pronóstico de salud de gravedad se requiera, incluso para organizar ritos de bautismo o extremaunción.
Ruth Garro Cofré, integrante de la Iglesia de Dios y miembro del Comité hospitalario destacó que “queremos sacar una sonrisa a las personas hospitalizadas. Muchas veces al llegar a las salas vemos caras tristes, desoladas, porque han pasado mucho tiempo en el hospital y quieren ver a sus familias o salir y no pueden. No todos son residentes de Chillán y tampoco todos reciben visitas”.
Además resaltó “agradecemos al Hospital, está oportunidad de servir, porque entendemos que no es solo ofrecer medicina, sino que vamos más allá, al espíritu, a lo interno de hombre y de la mujer”, sostuvo.