La crisis hídrica que arrastra el territorio se ha hecho cada vez más visible, elevándose la discusión sobre el manejo más preciso y riguroso del agua para la preservación de este recurso vital.
La sequía ha sido persistente en el tiempo y en algunas regiones como la Metropolitana se ha comenzado a hablar sobre un eventual racionamiento o cortes programados de agua como una propuesta para reducir su consumo.
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Incluso el agroclimatólogo Patricio González, académico de la Universidad de Talca, anticipó que ciudades del centro sur, entre ellas Chillán, deberán aplicar esta medida en el futuro, información que fue replicada por diversos medios a nivel nacional.
“El gran fantasma del racionamiento no solamente afectará al secano costero, que ya está con sus pozos secos, sino que también durante este año que será de sequía, llegará a las ciudades del interior del Valle Central”, dijo el profesor González.
En el caso de la Región de Ñuble las cifras no son alentadoras y han demostrado que se sigue acentuando la crisis hídrica, por lo que es urgente, según los especialistas, implementar nuevas prácticas para cuidar el agua.
“Terminamos el año con déficit de casi 50%. Es el año número 15 seco que hemos tenido en Ñuble. Desde hace 16 años que no tenemos un año lluvioso. Entonces, es terrible y llevamos 15 años gastando los ahorros de agua. El agua que estaba subterránea, de la nieve y los glaciales, se ha ido perdiendo y mientras no haya un cambio climático, que no tenemos claro cuándo va a ocurrir, tenemos que empezar a pensar que esta situación actual ya dejó de ser una situación momentánea, se está transformando en una situación permanente, tenemos que cambiar nuestra cultura en torno al agua”, sostuvo el académico de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción e investigador principal del Centro de Recursos Hídricos para la Agricultura y la Minería (Crhiam), Dr. José Luis Arumí.
El docente manifestó que en la Región de Ñuble no es necesario, por ahora, aplicar una medida de emergencia como el racionamiento del agua, pero sí apuntar hacia un cambio en la forma en que utilizamos el agua, optimizando el recurso al máximo dado el actual escenario de crisis hídrica.
“Chillán tiene un pozo que, más o menos, ha mantenido el suministro de agua. Creo que hay dos grandes zonas urbanas que están en situaciones complejas en cuanto a suministro de agua en Chile: lejos son el Gran Valparaíso y el Gran Santiago, y en alguna parte donde va empezar el tema del racionamiento es ahí. Ahora, ya hubo racionamiento, lo que pasa que esto lo pagaron los agricultores del Aconcagua. En el río Aconcagua la Dirección General de Aguas (DGA) hizo una intervención en el río para llenar el embalse El Aromo para garantizar el suministro de agua potable del Gran Valparaíso. Eso significo que hubo agricultores que no pudieron regar en el Aconcagua durante septiembre. Lo que resulta chocante es que cuando vas a Viña del Mar o Valparaíso y ves la gente de la municipalidad lavando las calles con agua potable”, sostuvo.
Desde la perspectiva del docente, se debe apuntar más bien a una racionalización del agua, cambiando la cultura en torno al recurso.
“Tenemos que ir cambiando la cultura del agua. Considera que una gran parte del agua potable que se consume en Chillán es agua que viene de los acuíferos, aguas subterráneas. Entonces para usarla la estamos sacando de un acuífero donde el agua se recargó hace cientos de años, o sea durante cientos de años el agua ha estado almacenada para que la usemos. Entonces, usarla indiscriminadamente para regar el pasto o lavar un auto, resulta brutal”, enfatizó.
Para Arumí sería pertinente adoptar una cultura en torno al agua más concordante con la existente en zonas áridas y evitar fugas del elemento vital.
“Empezar a usar jardines de zonas áridas. Tenemos que ir racionalizando el uso del agua, cambiando incluso la cultura de paisajismo”, puntualizó.
Además “las sanitarias también deben preocuparse de reducir las pérdidas. Tienen pérdidas de un 30% de consumo de agua. Es decir, de cada 100 litros de agua que se usan en fuentes, 30 litros se pierden. Entonces las sanitarias tienen que hacer inversión para reducir esas pérdidas de agua”.
Resguardar el agua
Según la empresa Essbio, respecto a periodos históricos (1991-2020), se ha constado un déficit de precipitaciones en las principales capitales regionales.
En el caso de Chillán alcanza un -62% y la baja en los caudales, por ejemplo, en el río Ñuble llega a -37%.
En vista de la situación, se ha impulsado una serie de inversiones dirigidas a resguardar el agua, por lo que por ahora la empresa descartó un racionamiento del agua en Ñuble.
“Nos hemos anticipado y hemos robustecido nuestras inversiones, lo que nos ha permitido no tener racionamientos y minimizar los riesgos. La planificación cobra un papel fundamental para anteponernos a los próximos desafíos y por ello hemos definido para la Región de Ñuble una inversión de $27.171 millones para el quinquenio, con obras concretas para sequía y resiliencia. Entre ellas, destaca la construcción de la captación del río Itata y la nueva Planta de Agua Potable Quillón, con una inversión de $3.616 millones; embalse Ninhue y cuatro pozos en Chillán. A esto se suma la construcción de estanques en Yungay, Coihueco, San Carlos, Alonso de Ercilla, Chillán y San Ignacio, aumento de capacidad de PTAS en Pemuco, Cobquecura, Coihueco, San Ignacio, Yungay, Quillón y Quirihue; entre otras acciones”, sostuvo gerente regional Essbio, Peter Schmohl.
Además, destacó que también se han desplegado diversas campañas de sensibilización del cuidado del recurso hídrico y Consejos Ciudadanos. “Una iniciativa pionera que invita a la participación de la sociedad civil en la reflexión de la gestión eficiente y responsable del agua. Al alero del Consejo Ciudadano de Ñuble se impulsó un proyecto de un equipo de potabilización móvil para sectores rurales dispersos, que está en etapa de pilotaje en sector El Rosal y El Chacay, en la comuna Pinto” añadió.
Para el gobernador regional, Óscar Crisóstomo, el déficit hídrico es un tema serio y preocupante que requiere un uso responsable y eficiente del elemento tanto en áreas productivas como en consumo humano. Sin embargo, por ahora, señaló la situación en el territorio no está previsto aplican un racionamiento en el consumo.
“Convengamos que la situación hídrica de Ñuble se mantendrá en la agenda del Gobierno Regional y dadas las características que hoy presenta nuestro territorio, por el momento, no hemos pensado en un racionamiento, aún no hemos llegado a tomar esa difícil decisión ya que con Essbio estamos trabajando para dar garantías y tranquilidad a las personas en términos de garantizar el agua para la presente temporada, y no sólo eso, sino que además hemos conformado la Mesa del Agua, una instancia permanente que tiene por objetivo prepararnos para el futuro en materia hídrica”, explicó.
Con el objetivo de mantener y ampliar el abastecimiento en la población el gobierno regional y Essbio han articulado un trabajo.
“Nuestra preocupación respecto al déficit hídrico en nuestra región es tal, que como Gobierno Regional hemos establecido como primera línea de trabajo extender el agua potable a más sectores, fijando un plan de trabajo con ESSBIO que apunta precisamente a explorar sistemas de APR que se encuentren cercanos a la infraestructura de la empresa para que las comunidades sean abastecidos por ella y de esta forma asegurar el suministro del agua potable a estas comunidades”, detalló.
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