Señor Director:
Una reciente encuesta ha ratificado los altos niveles de desconfianza ciudadana hacia las municipalidades. Sólo dos de cada diez personas consultadas manifestaron tener alta confianza en ellas. Esto es preocupante, pero no sorprendente.
Los bullados casos de corrupción son un factor importante en esta percepción, pero no son la única razón. La desconfianza también puede venir respecto de la capacidad de gestión comunal, que, en muchos casos, es efectivamente baja. Ello es indisociable del hecho que la mayor parte de las municipalidades cuentan con recursos muy limitados. A eso le debemos sumar que muchas veces las críticas de la ciudadanía se refieren a competencias ajenas a la municipalidad, o bien compartidas con otras instituciones, por lo que no siempre son justas.
La reciente elección de alcaldes, podría haber sido la oportunidad de una discusión más profunda sobre la gestión municipal y las reformas pendientes. Pero no fue así, a pesar de su importancia y sólo tuvimos que contentarnos con una puesta en escena electoral carente de contenido. Finalizado este proceso electoral las municipalidades saldrán de la mirada pública, hasta un nuevo escándalo.
Andrés Rojas Böttner