Señor Director:
Insólito me parece la información que circula respecto de las diferencias de recursos que manejan los partidos versus los independientes.
Hoy que todo se ha digitalizado y que el mundo avanza hacia una sociedad menos contaminada, no pensé ver las añejas palomas y menos aún ver, en la mayoría de ellas, a muchos que llevan años en política.
Conscientes estamos que la señora Juanita no puede escribir la Constitución porque requiere conocimientos que no son fáciles de aprender en el corto tiempo del que se dispone. Sin embargo “escuchar a la gente” como les gusta decir a los candidatos, implicaba tener en cuenta que nos guste o no, esa gente se manifestó en su gran mayoría por una Convención Constitucional, es decir, nadie del Congreso. Eso para cualquiera con mínimo de comprensión, se entiende que no se quiere ver a los mismos de siempre, como si no existieran otros capaces de hacerlo.
Necesitamos una limpieza y renovación de la política. Hay jóvenes dispuestos, preparados, esperanzados en esos cambios y sin recursos económicos para competir de igual a igual con los partidos políticos.
Sería bueno que si solo el 3% de la ciudadanía está afiliada a un partido político, los independientes tuvieran más posibilidades de competir sin tantas reglas que los mismos políticos han establecido (siendo minoría y teniendo un alto nivel de desaprobación por parte de la sociedad) logrando así permanecer en sus puestos sin alternancia y llevando a una desazón tal, que ya casi ni la mitad de los que pueden sufragar, lo hacen.
¿Qué más esperamos que pase para generar los cambios?
Queríamos mejoras en salud, pensiones, educación y aquí estamos entrampados en unas elecciones que no generarán esos cambios ahora, y peor aún, en medio de una pandemia con contagios que no dan tregua y los políticos sacando cuenta si les alcanzan los recursos para seguir en campaña, si van a perder lo que invirtieron, si van a tener aporte del Estado. La desconexión es total.
Lorena Rogazy S.
