Señor Director:
La madrugada del pasado lunes una menor de 13 años fue baleada en su cabeza mientras circulaba en un vehículo particular en el sector de Lomas de Oriente, en la comuna de Chillán. Este lamentable hecho visibiliza una vez más el gran problema que enfrenta nuestro país sobre el porte y tenencia de armas. Es de público conocimiento que según cifras oficiales de la Dirección General de Movilización Nacional al año 2020 registran 887.016 armas empadronadas en nuestro país, lo que desconocemos es el número real de armas irregulares en manos de civiles y mucho menos el número de armas modificadas.
De no conocerse el origen de esta bala, la menor de 13 años se sumaria a la lamentable lista de las mas de 100 niñas, niños y adolecentes que han muerto los últimos 12 años producto de las mal conocidas “balas locas” parte importante de ellos con domicilio en capitales regionales y comunas mas vulnerables de nuestro país. Es de tal relevancia el tema en nuestro Chile que, en función del centenar de niñas y niños fallecidos producto de balas sin percutor conocido, debiera ser prioridad dentro del programa de gobierno o de algún plan nacional la (reinscripción nacional de armas, registro nacional de municiones, incentivos al desarme de ciudadanas y ciudadanos, reimpulso de la campaña entrega tu arma ampliando los puntos de entrega en todo el país)
Cuando hablamos de desarmar nuestro país lo hacemos pensando en dejar en manos de las fuerzas armadas y orden el porte y uso exclusivo de las armas de fuego, limitando el alcance de estas por parte del crimen organizado instando a su vez a la ciudadanía a desarmarse considerando que parte importante del poder de fuego presente en manos criminales son producto de robos en lugar no habitado o robo con fuerza, en donde familias sin la experiencia necesaria en el manejo de armas se ven expuesta al robo de estas. El problema tiene domicilio conocido y tenemos solo dos opciones o desarmamos Chile o desarmamos Chile.
Alejandro Vega Campos
Presidente Fundación País Seguro