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Señor Director:
Desde este viernes 26 de abril veremos la implementación gradual de la Ley N° 21.561 sobre implementación
de la jornada laboral de 40 horas en Chile busca equilibrar la vida laboral y personal, prometiendo mejorar
la calidad de vida y productividad de los trabajadores. Este cambio, sin embargo, enfrenta desafíos, como el
aumento de costos para empresas y la posible precarización del empleo debido a estrategias como la terce-
rización. Los más afectados podrían ser trabajadores de sectores con alta demanda de flexibilidad y aquellos
en empleos precarios, especialmente en contextos de baja sindicalización, lo que dificulta la negociación
colectiva.
La flexibilidad en la distribución de la jornada laboral, aunque beneficiosa, podría llevar a decisiones unila-
terales por parte de empleadores, aumentando las reclamaciones administrativas y judiciales. Los trabajadores
en roles de gerencia o sin supervisión directa enfrentan vulnerabilidades particulares. Para maximizar los
beneficios de esta medida y minimizar los impactos negativos, es crucial desarrollar políticas complementa-
rias que promuevan el diálogo social efectivo y una implementación equitativa, fortaleciendo la capacidad de
negociación de los trabajadores y asegurando mecanismos justos para resolver disputas.
Denise Lara Castro
Académica Facultad de Derecho UA