Existen altas expectativas a la futura conexión ferroviaria entre Chillán y Concepción, dado que durante los últimos días se concretó la primera fase de trabajo del estudio de prefactibilidad, que busca establecer el mejor tramo para la construcción de la vía.
Y si bien el proyecto es considerado de largo plazo, ya que la primera fase estará lista recién en 2028, ya hay algunas estimaciones respecto al tiempo de traslado o las posibles rutas. Incluso se considera la construcción de túneles y estaciones como la del Aeropuerto Carriel Sur, en Concepción.
En conversación con La Discusión, Rodrigo Medina, Secretario ejecutivo de Sectra del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, entregó detalles del proyecto, indicando que, actualmente, “es uno de los más grandes en estudio del país”.
“Chile ha invertido fuertemente en la infraestructura ferroviaria. Desde Santiago se han ido abriendo nuevas alternativas ferroviarias hacia el sur. Y esta red ferroviaria empieza a crecer paulatinamente a lo largo del país”, sostuvo Medina.
En ese sentido, expresa que no solo es un proyecto de conexión entre ambas regiones, sino que involucra a muchas ciudades, incluyendo Santiago.
“En este proyecto en particular, todo lo que tiene que ver con inversión e infraestructura se va a concentrar en unir Ñuble y Biobío. Pero el análisis en la escala de demanda, inclusive, considera Santiago, Rancagua, Talca, Curicó. Muchos de los viajes que se generan entre todas estas regiones pasan a ser potenciales usuarios de este nuevo modo ferroviario”, agregó.
¿Menos de una hora?
El estudio de prefactibilidad considera diversas variables, pero está enfocado en encontrar el mejor tramo en comparación el transporte público a través de los buses. Punto clave para que realmente sea una opción competitiva.
Si bien en una primera instancia se habló de un tiempo “menor a 90 minutos”, todo dependerá del trazado.
Medina resalta este punto, mencionando que “la primera variable a considerar es que hay que diseñar un proyecto que sea competitivo a lo que ya hoy existe”.
“Hay que pensar en un trazado que, en términos de tiempo de viaje, reduzca lo que hoy día pasa. Hoy día en transporte público el viaje puede durar entre una y una hora y media. El tren, dependiendo del trazado y la velocidad operacional, podría tener un viaje incluso menor de una hora”, explicó.
“Obviamente eso lo hace muy competitivo. Y el trazado también influye en los costos de inversión. Hay que considerar los accidentes geográficos. Está la cordillera de la costa, hay quebradas, por lo tanto, habrá que desarrollar túneles o puentes. El trazado requerirá una serie de infraestructuras, pero eso elevará los costos. Por eso hay que elegir el mejor trazado y el más eficiente en términos de los costos de inversión”, dijo.
No bajar el estándar
El tren Chillán-Santiago ha tenido excelentes valoraciones por parte de los usuarios, que lo consideran un servicio premium y del más alto estándar.
Por eso la idea es que en el futuro tramo Chillán-Concepción se mantenga dicho nivel, otorgando una experiencia de usuario única para que el servicio sea aún más competitivo.
“Lo que uno va a buscar es tener una continuidad en el estándar, mantener este tipo de tecnología”, agrega el secretario, en comparación con el servicio Chillán-Santiago
En este punto, Medina explica que “si el tren logra operar a más de 100 km/h, lógicamente podría tener un tiempo menor a una hora”.
Junto con ello podría estudiarse la construcción de una estación en el Aeropuerto Carriel Sur de Concepción, si es que el tramo se ejecuta por la zona norte de la ciudad, por lo que sería una excelente alternativa para los chillanejos.
“Eso convierte al aeropuerto Carriel Sur en una posibilidad asequible para todos los chillanejos en un tiempo relativamente bajo”, expresó.
Otras construcciones derivan en los mencionados túneles, sobre todo llegando a la región del Biobío.
“Si trazamos una alternativa que vaya muy directo entre Quinchamalí, sector Confluencia donde termina la vía férrea actualmente, hacia Concepción, va a ser necesaria la construcción de este tipo de obras como túneles, sobre todo en la llegada al Gran Concepción”, mencionó la autoridad.
Los plazos estimados para el estudio de prefactibilidad son de 3 años. Luego vendría la etapa de diseño, la cual podría extenderse por 4 años. Finalmente, si todo marcha en orden, vendría la adjudicación y construcción, proceso que podría durar hasta 6 años. En el mejor de los casos, el tramo estaría operativo de aquí a 2038.
