De acuerdo con los datos consolidados en el Sistema de Automatización Policial (Aupol) de Carabineros, entre enero y septiembre de 2022 se registraron 1.927 delitos de violación, cifra que da cuentas de un aumento del 10,6% respecto a 2019 (último año previo a la pandemia), cuando se reportaron 1.742 de estos delitos.
Sin embargo, en la Región de Ñuble, el aumento porcentual es aún mayor, ya que con 52 denuncias realizadas a la misma institución (Carabineros) se supera en un 53% lo registrado en igual fecha de 2021, que fue de 34 casos.
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Por lo demás, y como suele ser la tendencia de siempre, el grupo etario que se ha visto más afectado con este tipo de delitos corresponde a los menores de 18 años, debido a que en muchas ocasiones se trata de personas que suelen ser dependientes o están en una situación de desventaja respecto a su agresor.
Haciendo un análisis general del aumento de los delitos en la región, la general María Teresa Araya, jefa de la XVI Zona, advirtió que “de todas maneras, nos encontramos en un año que, en términos amplios, presenta cifras que están dentro de la normalidad. El 2022 con el 2021 son años completamente distintos, con dinámicas distintas, porque antes las personas estaban más en sus casas, por lo que disminuyeron ciertos delitos, pero aumentaron otros como la violencia intrafamiliar, las violaciones y todo lo que es intramuro”.
Niños silentes
Respecto a los casos más comunes que llegan a ser investigados por el Ministerio Público, el subprefecto Romy Lara, jefe de la Brigada de Delitos Sexuales y Menores (Brisexme) de la Policía de Investigaciones de Chillán, ratificó que “en su gran mayoría las investigaciones por el delito de violación son con imputado conocido o son individualizados en una etapa temprana de la investigación y esto se debe principalmente por el grado de proximidad que existe con la víctima o con su entorno. O bien, se ha producido alguna circunstancia temporal o pasajera de confianza entre víctima y victimario”.
Sin embargo, hay un punto que, dentro de las investigaciones de la PDI, asoma como crítico y es que las víctimas de menos de 14 años, tienden a ocultar el calvario y cuando estos casos se destapan es porque o le contaron a un tercero quien decide hacer la denuncia o cuando otro adulto advierte señales que derivan en una indagatoria que termina por revelar el delito.
“En el caso del delito de Violación de menor de 14 años, con la implementación de la Ley Nº 21.057 hemos recibido denuncias realizadas por las propias víctimas, pero predomina la denuncia realizada por otras personas a quien la víctima ha develado los hechos. También se observa en algunos casos que la víctima denuncia el delito luego de haber cumplido su mayoría de edad, como parte de un proceso de reparación”, detalla el jefe de la Brisexme.
Respecto al perfil general de víctimas y victimarios, el subprefecto destaca que “hemos visto que algunas circunstancias se repiten, en el caso de menores de 14 años, como denominador común podemos señalar el exceso de confianza por parte de progenitores o cuidadores, quienes encargan su cuidado a terceros sin tomar los resguardos necesarios”
En el caso de adolescentes y mayores de edad, la mayoría de los casos se dan cuando la vícitma está bajo efectos de las drogas o el alcohol o se encuentra físicamente o sicológicamente, imposibilitada de oponer resistencia, aunque conforme a la experiencia de los especialistas de la policía civil, a diferencia de lo que se observa con las víctimas menores de 14 años, las personas mayores de 18 años, tienden a denunciar el hecho tras la primera agresión sufrida.
De esta manera, tanto para las policías como para el Servicio Médico Legal es más fácil realizar los peritajes y las investigaciones que puedan acreditar efectivamente el delito y entregar al Ministerio Público las pruebas necesarias para obtener la condena asignada a este delito.
El rol del Gobierno
A través de diferentes instancias como charlas y campañas de sensibilización tanto del SernamEG Ñuble, como de otras instituciones, se ha buscado que muchas mujeres reconozcan y visualicen las situaciones de violencia y se atrevan a denunciar, sin sentir vergüenza por lo que han vivido.
Viviana Cáceres, directora regional del SernamEG, dice que “hemos aumentado los canales de orientación (no de denuncias) hacia la ciudadanía, como el Fono 1455, de los canales silenciosos como el whatsapp +569 9700 7000 y el chat web 1455, todos espacios donde las mujeres pueden consultar, ser derivadas y recibir el apoyo que necesitan”.
Para las víctimas y sus entornos cercanos, han desarrollado programas que incluyen charlas, capacitaciones y atención en terreno.
“También realizamos un trabajo coordinado en conjunto con las salas de familia de Carabineros y a través del circuito intersectorial de femicidio, trabajamos en conjunto con diferentes instituciones entre ellas el CAVD, donde se entrega atención especializada para mujeres víctimas de violencia de delitos sexuales”, añadió.
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