Desde que en febrero se puso fin a un ciclo de casi un año sin podas ni mantención de áreas verdes, gracias al contrato que el municipio local firmó con la empresa Parques Johnson, las expectativas de las juntas de vecinos por volver a ver en buenas condiciones sus zonas verde-urbana ha sido –según algunos concejales- demasiado altas.
Así se hizo notar en la última reunión de concejo realizada en la mañana de ayer miércoles, ocasión en que ediles como Brígida Hormazábal, Quenne Aitken o Rodrigo Ramírez representaron las numerosas quejas en diversos barrios, por lo que consideran un lento actuar de la empresa y, como consecuencia, la aparición de nuevos focos de microbasurales.
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“Este es un tema que si bien no es nuevo, yo me atrevería a decir que las denuncias han aumentado al menos un 50 por ciento respecto a un año normal y el asunto radica en que hay sectores que aún no han sido intervenidos, en otros se hacen podas pero las ramas quedan tiradas en el mismo lugar y además ya hemos empezado a ver a personas naturales tratando de podar los árboles en sus calles”, dijo la concejal Hormazábal, quien acompañó varias fotos en la reunión.
Esta situación, como luego apuntó el edil Ramírez, no solo se da en barrios y villas, fuera de las cuatro avenidas también.
Ante esta cantidad de denuncias –muchas de ellas recibidas por los propios ediles- la concejal Quenne Aitken advirtió que “mientras no tengamos una carta Gantt clara y oficial, no podemos darle una respuesta satisfactoria a los vecinos, no podemos decirles con precisión cuándo pasarán por sus casas. Esa carta Gantt yo la he pedido hace mucho tiempo y pese a que dicen que existe, a nosotros todavía no nos llega”.
Dentro de los sectores que la concejala Aitken ha destacado por los problemas que se ha suscitado con las ramas, destacan las poblaciones Luis Cruz Martínez y Santa Elvira.
Vecina de esta última es Olga, quien explica que “acá hay un canal que pasa por debajo de algunas casas y a veces cuando se llena de ramas o basura, tenemos inundaciones, entonces lo que nosotros necesitamos no es sólo que nos vengan a podar, sino que se lleven las ramas también”.
Sin embargo, fue el propio alcalde, Camilo Benavente, quien explicó que solo se cuenta con un camión para todas estas faenas, y no siempre les ha resultado posible llevarse las ramas.
“Entonces lo que hicimos fue aprobar recursos para comprar otro camión, ya que el que tienen no solamente debe ir a los lugares y llevarse ramas, sino que ir a dejar a los integrantes de las cuadrillas a sus casas, por lo que no siempre les da el tiempo”, aclaró la concejala. Sin embargo añadió que “lo que nos dijeron es que en el mercado no hay camiones a la venta, por lo que se estudia la posibilidad de arrendar, o por último traer furgones para los traslados y dejar el camión solo para trabajos de retiro”.
Desde la Municipalidad de Chillán explicaron que ya se está por recibir una van para el transporte de los ocho integrantes que tiene cada una de las tres cuadrillas destinadas a esta tarea.
20 focos detectados
“El problema de que las ramas queden tiradas cuando las podan, es que luego pasa gente que cree que es un lugar para botar basura y al final termina convertido en un microbasural”, precisó.
Las palabras son de Patricia Reyes, secretaria de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Chillán, y residente del sector 22 de Agosto, de la población El Roble, lugar al que este mes se ha ido a limpiar tres veces, porque “apenas limpian, al otro día ya está lleno de basura”, acusó.
Richard Guzmán, administrador municipal, explicó que desde la dirección de Aseo y Ornato se está trabajando en un catastro que ya lleva identificado 20 focos de microbasurales. Limpiar una hectárea tiene un costo de seis millones de pesos.
“Nosotros podemos desde intervenir esos lugares o incluso transformarlos en plazas, pero el problema serio lo tenemos en los predios privados, porque no podemos ingresar”, advirtió.
Esta dificultad se ha conversado también en los concejos, “y lo que estamos proponiendo es que se realice una nueva ordenanza que permita multar a estas personas que tienen abandonados y sin limpiar sus predios. Acá hay un tema cultural, cierto, pero también hay responsabilidades civiles que deben ser exigidas”, advirtió el concejal Rodrigo Ramírez.
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