Cuatro meses llevan los vecinos de El Rosal, en la comuna de Pinto, viviendo una situación preocupante que afecta directamente su salud, así como también al entorno. Y es que los residentes alegan que se bloqueó el alcantarillado que transportaba aguas servidas directamente a la planta de tratamiento que Essbio tiene en Pinto, por lo que se generó un desborde de residuos. Fue luego del sistema frontal de junio que se produjo el corte, según la comunidad, sin aviso y que hoy afecta a más de mil personas.
El problema tiene su origen hace más de 15 años, ya que, cuando Ñuble aún era provincia, se gestionó un proyecto de alcantarillado en el sector por parte de Serviu, el que nunca se concluyó. Tras eso, se pudo conectar provisoriamente con la tubería que tiene Essbio, lo que hasta junio no causó problemas, pero luego de las lluvias y ante el crecimiento que ha tenido Pinto, así como también el sector de El Rosal, se decidió interrumpir la red de alcantarillado hacia el sector.
Hoy, las consecuencias saltan a la vista, según los vecinos, añadiendo que el olor “es insoportable” tras la interrupción y el posterior desborde, por lo que incluso han tenido que dejar por un tiempo sus hogares.
La denuncia la lleva haciendo desde junio Raúl Bopp, residente del sector. Comenta que llevan reunidas más de 100 firmas para intentar revertir la situación. Además, explica que no hubo ningún aviso por parte de las entidades responsables.
“Lo hicieron sin medir consecuencias, ni la salud de la gente. Este problema viene pasando hace tiempo, pero en ninguna parte del mundo lo que hicieron aquí, lo han hecho. Es un atentado a la salud pública y ambiental. Lo único que queremos es que se vuelva a reponer el servicio. Así como fue tan fácil la decisión de bloquear, exigimos el desbloqueo, nada más. Después arreglen los problemas que tienen”.
Por otro lado, afirma que “a los dos lados del camino tenemos la mugre. Ha afectado a gente que tiene hortalizas, se han contaminado huertos. La pelota es grande y se la pasan de un lado a otro”.
Concretamente, la situación ocurre en la Ruta N-55, entre los kilómetros 26 y 28. Los registros del lugar dan cuenta que en varios sectores de El Rosal el problema es el mismo: aguas servidas desbordando canales de regadíos e incluso plantaciones.
Municipio
Desde la Municipalidad de Pinto indican que tras las inundaciones, el sistema de recepción de aguas servidas de Essbio colapsó, afectando directamente a los clientes de Pinto, por lo que se decidió interrumpir el servicio en El Rosal. Además, detallaron que el problema se viene gestando hace muchos años y esperan respuesta del Ministerio de Vivienda y del Serviu, para poder terminar las obras.
Su administrador municipal, Víctor Reyes, sostiene que “este proyecto es una obra directa de Serviu Biobio, es una obra no finalizada. Essbio se hizo cargo de cierta manera para acoger las obras inconclusas y poder evacuar las aguas servidas. Tras las lluvias, en la planta de tratamiento en Pinto se generó un conflicto mayor al no poder recepcionarlas. Estamos esperando respuesta para ver qué pasa con esas obras inconclusas, hemos hablado con el propio ministro Carlos Montes”.
Essbio
Desde Essbio se informó que El Rosal es un sector rural que se encuentra fuera del territorio operacional de la compañía, por lo que se decidió bloquear la red previo aviso a los vecinos.
“Las aguas servidas que se aprecian en el costado de la carretera corresponden a descargas ilegales a una tubería de aguas servidas construida hace mucho tiempo por parte del Serviu y que actualmente no cuenta con la recepción de Essbio, por encontrarse con deficiencias operacionales. Esta información se ha entregado al Serviu, entidad a cargo de las obras”, indicaron.
Serviu
Por su parte, el director del Serviu Ñuble, Roberto Grandón, explica que, “en su época, a través de un Programa de Mejoramiento de Barrio (PMB), el Serviu Biobío, por medio del programa Chile Barrio, ejecutó obras en toda la región, incluido El Rosal. La obra consistía en la evacuación de las aguas servidas a través de tuberías y cámaras para que el material escurriera hacia la planta de Essbío en Pinto. Luego de eso, para afianzar administrativamente este acto había que firmar un convenio, proceso administrativo que no se refrendó, por lo tanto, Essbio no pudo hacerse cargo de la red completa. Después del terremoto de 2010, muchas cañerías se desconectaron de las cámaras. Y, por lo tanto, al sistema de aguas servidas ingresaron aguas lluvias, lo que empeoró este año con los fuertes temporales”.
Grandón señala, además, que “como todo el sistema no estaba conectado a la planta de tratamiento de Essbio, simplemente se cerró, debido a que recibía mezcla de aguas lluvias y aguas servidas, y no está capacitada para recibir tanto volumen”.
“Tuvimos reuniones con Salud y haremos un estudio nosotros, que financiará el Gore, para hacer una inspección de todas las cámaras. Eso va a definir qué es lo que hay que reparar por completo, cuál es el costo. La idea, por lo menos mía, es hacer todo, dada la urgencia sanitaria que se genera. Hay que llegar a un acuerdo con Essbio para efectos de poder conectar todo el sistema a la planta. Esa es la solución, nosotros nos estamos haciendo cargo del tema, porque en aquel momento pertenecíamos a otra región, pero quedó un poco en tierra nadie. En definitiva, estamos haciendo un estudio para determinar cuáles son las tuberías que están desconectadas, cuáles son las cámaras que están malas, vamos a hacer la revisión completa. La idea es que esto se finiquite ojalá en el verano, que es cuando no hay lluvias y así el sistema pueda funcionar adecuadamente”, concluyó.