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Con características variadas, se han agravado los delitos en las comunas rurales de la región. No solo viene creciendo el tradicional robo de ganado o la apropiación de frutas, fertilizantes o maquinaria, sino también las detenciones por tráfico de drogas y la presencia de bandas delictuales que estarían migrando desde ciudades más grandes.
Días atrás leíamos el testimonio del alcalde Víctor Rice, quien lamentaba la falta de capacidad policial para evitar que la droga entrara a San Nicolás, tanto por el daño que produce en los jóvenes, como también por el clima de inseguridad que se comienza a producir en ella. Incluso su esposa fue asaltada recientemente, un hecho impensado años atrás y que provocó temor en esa tranquila comuna.
Lamentablemente, no es la única. Alcaldes de diferentes comunas han advertido sobre esta crecida delictual y han reclamado, sin éxito, mayor presencia policial. Pero la gravedad de la situación es indesmentible y ha sido ampliamente discutida en la Mesa de Seguridad Regional, donde también participan representantes de la Delegación Presidencial, de PDI, Carabineros, de la Fiscalía Regional, del Senda y otras unidades estatales.
Precisamente, en esa instancia, comunas donde el problema es incipiente, conocieron la realidad de otras que vivieron una situación similar, pequeños focos de microtráfico primero, que con el tiempo fueron aumentando y hoy -admiten- es bastante incontrolable. En Coihueco, por ejemplo, en el último gran operativo -en mayo pasado- , incautaron 5 kilos de pasta base y cocaína, también un decomiso infrecuente en la localidad precordillerana.
Este años, solo Carabineros registra un incremento del 7,5% en relación con la cifra de detenidos del 2023, con 259 personas aprehendidas por su responsabilidad en ilícitos establecidos en esta normativa. También, hay un aumento del 392% en la incautación de las drogas más comercializadas en la región. La cocaína muestra un aumento del 192%, la pasta base un 68% y la marihuana un 633%, siendo esta última la que registra mayor incremento en este periodo, comparado al mismo tramo en el año 2023, e incluso en los últimos 5 años. En el caso de las plantas de cannabis sativa, también hubo un aumento del 138%, con 16.586 ejemplares incautadas a la fecha.
La delincuencia y el tráfico de drogas acechan a las comunidades asentadas en pequeñas ciudades que han ido creciendo poblacionalmente y complejizándose, pero como suele ocurrir ese desarrollo no es parejo y la seguridad es un ámbito que está al debe, tanto en aquello que le corresponde al Gobierno y a las policías, como desde el punto de vista privado.
Tal déficit es conocido por los delincuentes y lo están aprovechando, trasladándose desde núcleos urbanos más grandes, como Chillán y Concepción, donde supuestamente la efectividad de los dispositivos policiales estaría ocasionando esta migración delictual. En definitiva, la realidad está mostrando que la mayor presencia de drogas y la ocurrencia de delitos violentos en las otrora tranquilas localidades de nuestra región, requiere sólidas tareas de prevención, basadas en la investigación de las redes delictivas y el necesario aumento de la dotación policial y las respectivas herramientas que necesitan para combatir esta nueva e inmerecida amenaza sobre las comunas rurales de Ñuble.