El año 2022 partió con la desazón de los productores frutícolas frente a la crisis logística que generó excesivos retrasos en el transporte de la fruta fresca a sus destinos, con el consiguiente deterioro de la calidad, lo que conllevó numerosas pérdidas para el 90% de los productores, principalmente de arándanos y cerezas.
Álvaro Gatica, vicepresidente de la Asociación de Agricultores de Ñuble, afirmó que fue la peor temporada de los últimos 30 años.
La crisis logística fue parte de una tormenta perfecta, con altísimos costos, escasez de contenedores, congestión en los puertos de embarque, excesivas demoras en los viajes, retrasos en los puertos de destino y en las respectivas aduanas, por lo que la fruta no llegó en buen estado, y se castigó su precio, un buen número sencillamente se perdió, pues ya estaba descompuesta, y en el caso de las cerezas, al llegar después del Año Nuevo Chino, se pagaron a un precio muy inferior.
Gatica acotó que “el tema de las cerezas es muy especial, porque el drama grande se produjo desde Curicó hacia el Sur, pues a los productores de Curicó hacia el norte les fue súper bien, porque llegaron antes del Año Nuevo Chino y tuvieron la oportunidad de vender relativamente bien, no así la fruta que llegó después, que este año fue un desastre”.
Subrayó que la pandemia ralentizó todos los procesos logísticos. “Por ejemplo, en el canal de Panamá tenían los barcos parados 10-15 días, a China se demoraban 50 días en vez de 30, al desaduanar en vez de demorarse un día se demoraban una semana, y para los arándanos que viajaban a Estados Unidos, en vez de demorarse 22 días, se estaban demorando 40, entonces la fruta llegó en malas condiciones; y eso nos trajo tremendas consecuencias”, dijo Gatica.
Por esta razón, para la presente temporada se intensificó la coordinación en la cadena logística, con el objetivo de hacer más eficientes los procesos y reducir al mínimo los tiempos, de hecho, Fedefruta solicitó al Gobierno que se priorice el embarque de productos perecibles en los puertos chilenos, demanda que fue acogida por el Ejecutivo.
Y si bien el paro de los camioneros en noviembre pasado, precisamente en el inicio de la temporada, puso en alerta a los productores y exportadores, sus expectativas para la presente temporada son más auspiciosas, pese al alza de los costos.
En ese contexto, existe consenso respecto de la conveniencia de utilizar los puertos de Biobío, dada su cercanía, a diferencia de lo que ocurre actualmente, en que la mayoría de la fruta se embarca en la región de Valparaíso y menos de un tercio sale por los terminales de la región vecina.
Por ello fue un hito, el 7 de diciembre, el embarque de 1.200 pallets de arándanos frescos producidos en Ñuble, desde el puerto de Coronel con destino a Estados Unidos, en un servicio naviero denominado “Blueberry Express”, sin escalas, que permite llegar a EE.UU. en 12 días.
