DD.HH. y migración dominaron debate Archi marcado por ausencia regional

Con una audiencia histórica estimada en 4,5 millones de personas, el debate presidencial de la Asociación de Radiodifusores de Chile (Archi) reunió este martes a los ocho candidatos a La Moneda en la Casa Central de la Universidad Católica.
Durante más de dos horas, el foro -moderado por Daniel Silva y transmitido por más de mil emisoras a lo largo del país, entre ellas, Radio La Discusión- abordó temas como derechos humanos, migración, seguridad y educación, pero dejó fuera casi por completo la discusión sobre regiones y descentralización.
Ni el centralismo ni las brechas territoriales ocuparon espacio relevante en las intervenciones. Ninguno de los candidatos profundizó en políticas para las regiones o en reformas que fortalezcan a los gobiernos locales, pese a la cobertura radial nacional y la audiencia transversal que incluyó oyentes desde Arica a Magallanes.
Relativización de los DD.HH.
El debate tuvo sus momentos más tensos en torno a los derechos humanos.
La candidata de Chile Vamos, Evelyn Matthei, reafirmó su crítica al Plan Nacional de Búsqueda de Detenidos Desaparecidos, calificando su ejecución como “pésima”, mientras Johannes Kaiser (Partido Nacional Libertario) fue más lejos, asegurando que en su eventual gobierno “cerraría el capítulo 73-90”, lo que implicaría indultar a condenados por violaciones a los derechos humanos, incluido el exagente de la DINA Miguel Krassnoff, condenado a más de mil años de cárcel por crímenes de lesa humanidad.
José Antonio Kast, en tanto, evitó condenar abiertamente estas posturas, y defendió la idea de “pasar la página” respecto del pasado reciente.
Las palabras de Kaiser generaron duras réplicas desde la izquierda y el progresismo. Jeannette Jara (oficialismo) acusó una “falta de humanidad” en el tono del debate, mientras Marco Enríquez-Ominami sostuvo que “la derecha dura no tiene financiado su programa ni tiene conciencia de lo que significa gobernar después del horror de la dictadura”. Ambos coincidieron en que los “ofertazos” y promesas sin sustento dominaron la jornada, en contraste -dijeron- con sus propuestas “reales y financiables”.
Migración
El tema migratorio ocupó el segundo bloque, con fuertes diferencias entre los postulantes.
Kast reiteró que expulsará a los migrantes irregulares “aunque cueste 300 millones de dólares”, mientras Matthei propuso limitar beneficios sociales a extranjeros para “no seguir atrayendo inmigración descontrolada”. Jara respondió que “es innegable que ha entrado un tipo de criminalidad que el país desconocía, y se ha instalado en lugares donde el Estado no está presente”.
El debate también abordó seguridad, educación y economía, aunque en tono general y con pocas cifras concretas. El candidato libertario Kaiser insistió en ingresar con “allanamientos e inteligencia” a Temucuicui, mientras Kast aseguró que “el terrorismo se acabará dentro del marco legal”.
En educación, Harold Mayne-Nicholls abogó por eliminar la “tómbola” escolar, y Parisi propuso triplicar el presupuesto odontológico nacional.
Pese a la diversidad temática, la conversación se mantuvo centrada en conflictos nacionales y figuras históricas, sin mención alguna a desafíos regionales como la falta de conectividad, la descentralización fiscal o la desigualdad territorial. En un debate transmitido desde Santiago y con acento metropolitano, las regiones quedaron nuevamente fuera del guión presidencial.