DC, la negación de sí misma

Señor Director:
La Democracia Cristiana ha decidido respaldar la candidatura presidencial del comunismo, continuadora del actual régimen, traicionando se razón de ser, negando su historia y contradiciendo su trayectoria política. En su hora, la Falange supo interpretar como ningún otro partido los grandes anhelos de progreso, desarrollo y moralidad de sectores mayoritarios del país, ofreciendo un camino serio, nacional, popular, vanguardista, democrático, para avanzar hacia una sociedad más justa, fraterna y solidaria. Todo ello, precisamente, planteándose como alternativa, como una vía superior en los planos político, humano social y cultural a la propuesta arrogante surgida del marxismo, el socialismo científico, el comunismo, o como quiera que se le llame, acrisolada en el proyecto y praxis del Partido Comunista.
Después del trance dramático vivido por nuestro país en su historia reciente, de hechos trágicos que aun acongojan la conciencia de los chilenos, como asimismo del fracaso estrepitoso del socialismo y el comunismo en todo el mundo, en verdad no se puede entender que dirigentes de un partido que nació para mostrar que el humanismo discurre por derroteros muy diversos; que nada se puede construir si se desdeña la centralidad de la dignidad esencial de la persona humana; en fin, que en este mundo la democracia tiene razón de finalidad y exige por lo mismo una alta moral, hayan resuelto, no sin candor, respaldar y sumarse a una candidatura del PC.
Es una situación política decepcionante, lastimosa y afrentosa, que acusa la real estatura de quienes promovieron esa determinación; dirigentes sin mirada estratégica, capaces apenas de barruntar la sombra oscura de sí mismos, con ofensa y prescindencia de los intereses superiores del país.
Gustavo Adolfo Cárdenas Ortega
Abogado