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Señor Director:
Un niño de trece años descendió del tren ramal. Había embarcado temprano en la estación de Coelemu. Su madre le había dicho perentoriamente, mañana, a primera hora, te vas a Chillán a buscar matrícula para que estudies. No quiero que seas un niño campesino, tienes que estudiar. Ve un antiguo edificio de madera, Instituto Comercial, matrículas abiertas. Habla con el director. Me llamo Daniel Inzunza, quiero ser alguien en la vida. Don Leoncio Sepúlveda Leal se enterneció con ese niño vivaz e inteligente, lo matriculó y le hizo espacio en el internado. Desde ese lunes 6 de marzo de 1961, nunca más abandonó esa gran institución. Fue un alumno brillante. En 1969 egresa del sexto humanidades, Especialidad de Ventas. Ese último año ya tiene el cargo de Inspector alumno. Egresado, continuó siendo inspector. Posteriormente hizo clases, de su especialidad, en la jornada nocturna y luego en el día.
En 1973 fue exonerado y se vio obligado a trabajar de empleado en el comercio. Cuando le permitieron volver, continua una carrera ascendente hasta llegar a ser Jefe de Especialidad.
El año 2010, le hicimos un hermoso homenaje de despedida, un gimnasio repleto. Los alumnos gritaban en un ensordecedor coro: ¡Director, Director!. Ese grito homenaje, lo decía todo.
Son tantas las generaciones que hoy lloramos su partida. Gracias amigo, hermano, maestro en el arte de las relaciones humanas, del respeto, del sabio consejo, del abrazo sincero. Feliz viaje.
Juan Pablo Garrido Urrejola
Comunidad Insuco Chillán