Señor Director:
Ante la grave crisis humanitaria que viven cientos de venezolanos en la zona norte de nuestro país, se hace urgente revisar las actuales condiciones que nuestra capital regional y por cierto, nuestra región tiene para enfrentar esta realidad.
Urge entonces que organizaciones intermedias, como las municipalidades, puedan tener una infraestructura básica para poder enfrentar esta realidad.
Chillán debe ser la primera, pero las demás comunas de la región también deben generan su propia oficina de migración, con el fin de dotar y colaborar con otras instituciones sociales que van en ayuda de esta población que llega y seguirá llegando a Ñuble.
La infraestructura estatal, hoy precaria para enfrentar estos hechos, no será una respuesta eficiente para lo que vive el país hoy, son los municipios los llamados a apoyar a organizaciones sociales que colaboran en la instalación de la población migratoria, con el fin de lleguen a un lugar adecuado, se le presten las condiciones básicas de vida y se incorporen al desarrollo del país.
Debemos avanzar a una relación armónica entre la población local y la nueva población migrante, con el fin de evitar el círculo vicioso de la indocumentación, maltrato y vejación de una población que dinamiza la economía y hace un importante aporte cultural. Ante la falta de políticas públicas nacionales, los municipios, pueden y deben ser parte de este engranaje virtuoso, no podemos repetir los mensajes al aire de Cúcuta, la vergüenza de Iquique y que Chillán no esté preparado.
Carlos Ibaceta Vega
CEO Ñuble Consultores
