La mayoría de las plazas circunscritas dentro de los cascos históricos que existen en el país han sido construidas antes de 1950. Mucho antes incluso.
Eso ha hecho que para muchos, las plazas sean parte de un romántico e intocable “recuerdo de infancia”, que las asocien a paseos con abuelos, a esos días de helados con alguna polola y los lean como una credencial de la ciudad.
Por lo tanto, no es fácil para las autoridades anunciar remodelaciones o cambios en general.
Sin embargo, al entrar a las plazas, o caminar por ellas con ojos críticos es enfrentarse a una realidad que grita por cambios. Baldosas rotas, mobiliario que ya no da más, caminos levantados por las raíces de los árboles y casi ninguna cuenta con la -hoy en día- exigida accesibilidad universal.
Los vecinos de estas plazas acusan oscuridad, inseguridad, delincuencia y el que por las noches se transformen en lugares inseguros, moteles y baños. Y nada de eso responde tampoco a los tiernos recuerdos de las plazas de antaño.
Chillán no escapa de esta realidad. Es más, conforme a los estudios hechos por la Secretaría de Planificación (Secpla) de la municipalidad, aseguran que la plaza que “menos problemas presenta” es la Plaza Yungay, más conocida como plaza La Victoria.
Y sin embargo, al buscar algo de su historia en Wikipedia, dentro de esas apenas siete líneas que le dedican los usuarios que aportan su descripción, hay tres que dicen que “Durante la Pandemia de Covid-19 en Chile, el aumento de los robos, el consumo de alcohol y drogas, riñas y la instalación de carpas de gente sin hogar en esta plaza, han hecho sentir más inseguridad a los comerciantes y residentes de esta zona”.
Nada para enorgullecerse
Las plazas de Chillán, entonces, han sido sometidas a diversos estudios, desde arquitectónicos, paisajísticos, urbanísticos y fitosanitarios. Todos peritajes mandatados por el Gobierno Regional o la municipalidad.
Y la conclusión es que se deben intervenir. Tarea se intentará sin que se trate de un “borrón y cuenta nueva”, ni tampoco destruyendo el rostro que, para ser francos, Chillán no parece muy dispuesto a olvidar.
“Me han pedido peritajes en diversas ciudades y en casi toda se puede ver lo mismo. Plazas que tienen árboles viejos en buenas condiciones y otros que son todo un riesgo que sigan ahí”, dice Felipe Galfano, ingeniero agrónomo de Santiago y gerente de la empresa Sercotal, experta en este tipo de estudios.
Galfano explica que se ha encontrado con árboles de 300 años en municipios que, para no botarlos, optaron por sacar los juegos infantiles a su alrededor y así no deshacerse del tesoro vegetal testigo de tres siglos.
Sin embargo, “hoy lo que las normativas actuales exigen son árboles diferentes a esos que se plantaban en una época donde no teníamos problemas de sequías, ni de calentamiento global, ni la cantidad de personas que hay en estos días. Hoy se espera que las plazas tengan árboles pequeños y de hoja perenne, árboles nativos, pero ya no esos árboles gigantes, como los que tienen en la Plaza de Armas de Chillán”.
La historia reciente le da la razón. Si Galfano hizo de manera gratuita un estudio en la plaza principal de la comuna, fue por que se conmovió con la muerte de un joven de 16 años, quien cubrió con su cuerpo a una amiga para evitar que una pesada rama que se desprendió desde uno de esos árboles en mal estado, cayera sobre ella y la aplastara. Un precio demasiado caro para mantener un nostálgico recuerdo de infancia.
$2 millones por metro cuadrado
Pese a que hoy hay planes (algunos más concretos que otros) para la remodelación de las cuatro plazas del centro de Chillán, ninguna ha sido objeto de mayores intervenciones, salvo reposición de baldosas (no siempre como las originales), podas o mejoras en la iluminación.
Y una de las explicaciones para que estas nos se hayan concretado es por el alto costo que significarían estas obras. Revisando la experiencia en otras comunas con plazas similares a las chillanejas “se puede estimar que estamos hablando de un costo cercano a los dos millones de pesos por metro cuadrado, si es que no incluimos exigencias como bicicleteros, baños con acceso universal y otro tipo de infraestructura”, explica Carlos Araya, director del Secpla, de la Municipalidad de Chillán.
De hecho, el proyecto del Serviu para Los Héroes se cayó tres veces por los altos montos que exigían las empresas.
La esperanza está en conseguir la aprobación del Consejo Regional (CORE) y contar con esos recursos.
Plaza de Armas: completar el sueño de la ciudad más Bauhaus de Chile
La historia dice que tras el terremoto de 1939, el arquitecto franco-belga Le Corbusier, uno de los precursores del estilo Bauhaus, conmovido por el desastre, ofreció diseñar Chillán de nuevo.
Si bien -evidentemente- eso no llegó a puerto, la ciudad sí se quedó con edificios representativos del estilo, como la Compañía de Bomberos, el edificio de la actual Gobierno Regional, el ya remodelado edificio de departamentos para funcionarios del Banco del Estado, entre otras gemas.
Y el plan era hacer un centro cívico que diera la bienvenida por el Patio Los Naranjos (por calle Bulnes) a la entonces Gobernación, continuara en una Plaza de Armas que integrara una explanada para la Catedral (y así dejarla dentro de la plaza y “no al frente”) y terminara como si fuera un solo bulevar hasta calle Maipón por calle Arauco.
Hoy el sueño Bauhaus podría recuperar fuerza, porque la Municipalidad de Chillán presentó un proyecto de remodelación de la Plaza de Armas que, precisamente, busca ampliar su suelo y extenderse como una alfombra de concreto hasta las escalinatas mismas de la Catedral.
Contempla trabajos de integración con el GORE y así darle una continuidad real al Patio Los Naranjos.
Sería una plaza con árboles exclusivamente autóctonos, de no más de cinco o seis metros de altura, que brindarán sombra a quienes quieran sentarse en su renovado mobiliario a mirar el entorno, a comer helados, a leer o a conversar en torno a las nuevas mesas multiusos que permitirán almorzar, jugar ajedrez o instalar (y hasta enchufar) alguna computadora portátil que se podrá conectar a la zona wifi.
Todo esto, incluso los días de lluvia, ya que los protegerá un manto volante, fabricado en ondas de hormigón y sostenido en pilares metálicos para no restarle visibilidad al pulmón verde.
Se creará en ella “la ruta de los artistas” con estatuas de bronce en tamaño real de los artistas más celebres de la comuna y cada uno de los lados de la plaza tendrá relación estructural con el acontecer de las calles frontales.
Se mejorará todo el suelo, se repondrán los árboles dañados y se pretende crear un espejo de agua en torno a la estatua central de Bernardo O’Higgins.
La plaza “San Francisco” podría ser la primera en ponerse traje nuevo
El proyecto de remodelación de la plaza Pedro Lagos Marchant, más conocida como Plaza San Francisco, como la plaza que la enfrenta en la esquina de Vegas de Saldías con calle Sargento Aldea, ya cuenta con el certificado (RS) que otorga en su recomendación técnica el Ministerio del Desarrollo Social.
La propuesta, en lo económico, fue revisada en primera instancia por el Consejo Regional, en noviembre de 2022 y, de acuerdo a la información que se maneja en el municipio local, la iniciativa es aprobar su financiamiento.
La propuesta es de la Municipalidad de Chillán, cuyo alcalde, Camilo Benavente explicó a La Discusión que “esto ya ingresó al Gobierno Regional, se vio en Comisión de Obras y les pareció bien el proyecto, por lo tanto ya queda lo último, que es la aprobación del Consejo Regional”.
Se incluyen obras de pavimentación, paisajismo, iluminación y riego, incorporando nuevo mobiliario urbano y juegos infantiles.
Se contempla además, la pavimentación de las áreas peatonales, dispositivos de rodado en todos los cruces peatonales y el retiro de especies vegetales en mal estado fitosanitario.
Se instalará mobiliario, considerando escaños, basureros, bicicleteros y juegos infantiles; sistema de riego, renovación del alumbrado e incorporación de iluminación ornamental y la restauración de la pileta central.
Cumpliendo además con la Ley N° 20.422 sobre Igualdad de Oportunidades e Inclusión Social de Personas con Discapacidad, se propuso un espacio con acceso universal.
“Se trata de un proyecto bien integral que involucra, más allá de la infraestructura, un espacio que pueda dialogar desde lo patrimonial con la Iglesia San Francisco. Es un diseño marcado por las necesidades de la comunidad y, es especial, por los propios vecinos del sector y los usuarios más frecuentes de esta plaza, es decir, no se trata de un diseño descontextualizado”.
Los vecinos del sector han valorado la iniciativa, especialmente porque las detenciones por venta y consumo de drogas ya no se contaban solo con los dedos de una mano.
De todas formas, pidieron respecto a la idea de instalar ferias esporádicas, que “no se transforme en un persa”.
¿la cuarta es la vencida? Plaza Héroes de Iquique va por un nuevo intento
En 2018, el Serviu Ñuble presentó un plan para remodelar la plaza Héroes de Iquique (Plaza Santo Domingo) teniendo como fundamento el mal estado en que se encontraban sus losas, mobiliario, la pileta, el estado fitosanitario de algunos de sus árboles y para darle una mejor iluminación a sus monumentos, pedestales y al informal odeón generalmente vandalizado y usado como baño de emergencia (clandestinamente, claro está).
Pese a contar con los recursos que suponía el diseño, ninguno de los tres llamados a licitación prosperó porque las empresas (por efecto de la pandemia) interesadas solicitaban pagos que estaban completamente fuera del presupuesto.
No les hubiese alcanzado, ni aún con ese 20% extra que admite la ley sin que se tenga que hacer un proyecto nuevo.
Por lo tanto, el Serviu debió reformular el proyecto por completo y pedir un monto que pueda atraer a las empresas interesadas.
Conforme a información proporcionada por el seremi del Minvu, Antonio Marchant, a La Discusión, “esta iniciativa tiene como objetivo mejorar la Plaza Héroes de Iquique, con el fin de tener un lugar de encuentro para los ciudadanos, con mejor iluminación, paisajismo, mobiliario urbano, aceras y accesibilidad universal, la cual cumplirá el rol de un espacio público, dentro del sector, que decabida al paseo familiar, a los juegos de los niños y a las actividades artísticas ligadas a las artes plásticas y visuales principalmente”.
El diseño de esta iniciativa terminó el año 2018 en la Región del Biobío, y procuró definir integralmente el espacio público, entregando las características adecuadas de un lugar contemporáneo y respetuoso de la identidad local.
Debido al transcurso del tiempo, perdió su RS, por tanto la iniciativa debe ser reformulada en una línea de financiamiento distinta, ya que el Programa Espacios Públicos tiene un monto máximo de 30.000 UF.
La plaza es el zócalo natural de los alumnos de la Escuela México, además en el entorno hay universidades, edificios públicos como la Fiscalía Local de Chillán, Carabineros, la Policía de Investigaciones y, considerando que tiene los mejores juegos infantiles de todas las plazas locales, la presencia de niños es una constante en sus 17.120 metros cuadrados.
La plaza de los tres nombres aún no cuenta con un proyecto a corto plazo
Le dicen la “plaza San Vicente” (de nuevo por la iglesia y el colegio del mismo nombre que la enfrenta) Se llama, en realidad Plaza de la Victoria de Yungay y hubo un fallido intento por rebautizarla como plaza de la Segunda Independencia, tras septiembre de 1973.
El espacio, propiamente tal, fue creado (al igual que el resto de las plazas) por el militar francés Carlos Lozier, uno de los primeros urbanistas del país, durante el proceso de refundación de la ciudad tras el Terremoto de Concepción de 1835.
Sin embargo, su actual aspecto obedece al diseño que le otorgó el plan regulador empleado por el arquitecto Luis Muñoz Maluska después del terremoto de Chillán de 1939.
Posterior a eso, solo ha sabido de reposiciones de baldosas, podas de árboles, recambio de mobiliario y poco más para contar.
Eso si es que nos saltamos los episodios de desalojos de personas que se ubicaron en la plaza en calidad de campistas, y los operativos policiales para detener a quienes vieron en los estudiantes que acudían al lugre potenciales clientes.
También se mejoró la luminaria en 2020.
Es allí donde por años los alumnos de Liceo de Hombres hacían clases de Educación Física; es punto de encuentro de los alumnos del colegio San Vicente, de algunos feligreses de la iglesia, fue también el punto de venta provisorio de las moteras, durante la remodelación de la Avenida O’Higgins; y además es el zócalo de más escuelas y de reparticiones públicas, como la Dirección de Tránsito.
Pese a esto “es la que menos daño presenta de todas las plazas del centro de la ciudad”, explica el director de la Secretaría municipal de Planificación (Secpla), Carlos Araya.
Aclara que, de todas maneras, “la idea que se tiene en la municipalidad es la de poder remodelar y modernizar todas las plazas, porque necesitamos actualizar los estándares que hoy se exigen. Esto es el contar con acceso universal, y garantizar la salud de los árboles, entre otros muchos aspectos, por lo que esperamos pronto contar con un proyecto específico para esta plaza”, añadió.
Se espera que con este nuevo, moderno y pulcro aspecto que promete la futura plaza, haya un mayor control social respecto a su uso y cuidado. Algunos se conforman con no volver a ver carpas.