El pago electrónico para el transporte público en Chillán, llamado Chillán Conectado, debutó oficialmente en enero de 2024, permitiendo el uso de la aplicación Bipay, tarjetas prepago y TNE para pagar la tarifa de los buses urbanos en el perímetro de Chillán y Chillán Viejo.
Tras su anuncio, en 2023, las autoridades hablaban de una fórmula probada y exitosa que reducía los asaltos y la evasión, “pero a nosotros nunca nos gustó ese modelo, tampoco nos preguntaron si lo queríamos”, comenta Alberto Carrasco, gerente y representante legal de la Sociedad de Transportes Ruta Once, de Chillán, una de las cuatro que no están vinculadas a la Sociedad de Taxibuses de Chillán.
Sin embargo, Carrasco es claro en establecer que hoy lo que motivó que las otras líneas no asociadas, como la 10 (Rápidos), la 8 y la 13 decidieran hacer causa común y protestar contra dos medidas, es que “nos han quitado toda rentabilidad al negocio. La primera, es que no queremos seguir con tarifas diferenciadas por horarios o días, sino que una tarifa única y, por sobre todo, eliminar el pago con tarjetas Mastercard, ya que las comisiones que cobran por pasaje son de entre un 8 y un 10% lo que es muy elevado”.
De acuerdo al empresario, ellos ya se reunieron con el ministro de Transportes, Juan Carlos Muñoz, tras su último paso por Chillán Viejo, en agosto pasado, “pero no conseguimos una respuesta formal”.
De esta manera, a través de un comunicado realizado por el asesor técnico de estas empresas, Víctor Fuenzalida, anunciaron que las líneas mencionadas “dejarán de aceptar las tarjetas bancarias para pagar las tarifas en los buses urbanos de Chillán, a contar del mes de octubre del presente. Esto debido al alto cobro de comisiones que implica el uso de tarjetas bancarias, tanto débito como crédito”.
De esta manera, advierten que solo aceptarán pagos con las tarjetas Bipay y las aplicaciones de esta plataforma que está disponible en los teléfonos móviles.
El asesor sostuvo, además, que las empresas estarían dispuestas a reincorporar el pago con tarjetas bancarias, “siempre y cuando sea el Ministerio de Transportes el que asuma el pago de las comisiones y transacciones, ya que hoy están siendo íntegramente asumidas por los microempresarios de Chillán”.
Consultado al respecto por La Discusión, el seremi de Transportes, Javier Isla, sostuvo que “nosotros no hemos autorizado estas medidas”, y añade que “estamos estudiando, en estos precisos momentos, los alcances de esta situación, por la que no podemos emitir todavía alguna declaración, solo decir que esperamos reunirnos con ellos, la próxima semana”.
Donde sí anticipa una escenario más conciliador es en el tema de las tarifas únicas. “Sí, tenemos entendido que en eso podríamos llegar a un acuerdo, pero se tendrá que conversar en la reunión de la próxima semana”, sostuvo.
Acuerdo unilateral
Víctor Fuenzalida aclara que “nuestras quejas no son contra la seremi, sino que con la determinación que tomaron en Bipay de incorporar a la banca en los medios de pago, ya que nunca se nos informó”.
Entre los empresarios comentan que lo que Bipay les cobraba por concepto de comisión era de un 3,2% más IVA, “y luego eso incluso se triplicó con la incorporación de la banca, entonces los empresarios se enteraron cuando recibieron sus pagos”, añade.
En algunos casos, como en la Ruta Once, las ganancias se han reducido sobre el 30% de lo habitual.
“Nosotros, al rechazar este pago no estamos cometiendo ninguna ilegalidad, porque al revisar el contrato que hay con la Seremi y la Bipay, solo se especifica el convenio con los cobros por sistema cerrado, es decir con Bipay; mientras que las tarjetas de crédito y débito, son sistemas abiertos y no tenemos la obligación de aceptarlo”, sostuvo el asesor, quien se encontraba en la ciudad de Santiago realizando trámites en el Ministerio de Transportes.
Alberto Carrasco, advirtió que “los ingresos han caído tanto, que ya el 10% de las máquinas de nuestras líneas han sido vendidas y hay muchas otras, prácticamente nuevas, que están a la venta. Esto también ha significado que los conductores tienen cada vez menos incentivos para seguir trabajando en la locomoción colectiva y se están empezando a ir”.
Las línea Rápido, 8, 13 y 11 trasladan diariamente un promedio de tres mil personas, en su gran mayoría a adultos mayores.
