La prolongación de la cuarentena en Chillán, que ya se ha extendido por cuatro semanas, amenaza la continuidad de 2 mil 633 Pymes, según advirtió el investigador Renato Segura, director del CER Regional, a partir del análisis de las estadísticas del Servicio de Impuestos Internos (SII).
La cifra no sorprende al gremio del comercio, cuyo presidente, Alejandro Lama, subrayó que “ya no se sostiene mantener la cuarentena, los negocios han sufrido mucho al no poder vender, y al no generar ingresos no han podido cumplir con sus compromisos. Ya ha quedado demostrado que las cuarentenas prolongadas dejan de ser efectivas, y al final, el precio lo están pagando las Pymes, que no están autorizadas para funcionar porque no son esenciales según el criterio de la autoridad, mientras vemos que en los supermercados se pueden comprar artículos de librería, de electrónica, menaje, juguetes y muchos otros productos, lo que constituye una discriminación arbitraria y un error de criterio”.
Se trata de la tercera cuarentena que vive Chillán en lo que va de pandemia, y si bien se esperaba que el Ministerio de Salud anunciara el avance de la intercomuna a Fase 2 a partir de este lunes, ello no ocurrió debido a que la zona continúa mostrando algunos indicadores epidemiológicos con números preocupantes.
“Nos ha decepcionado bastante, nosotros teníamos la expectativa de que se anunciara el cambio para este lunes, pero la autoridad sigue concentrada en los indicadores epidemiológicos, sin considerar las variables económicas y sociales, el drama que ha significado para miles de personas perder su trabajo debido a la crisis sanitaria, y la compleja situación que enfrentan hoy los empresarios ante la incertidumbre y la incapacidad de generar ingresos” expuso Lama.
En esa misma línea, el dirigente criticó el cambio de discurso del Ministerio, “ya que en un principio se había dicho que la cuarentena no podía superar las cuatro semanas, pero luego vemos al ministro aclarar que no se entendió bien lo que se informó. Eso no me parece, aquí estamos hablando de miles de micro, pequeños y medianos empresarios que no pueden trabajar, muchos de ellos se habían planificado a partir de esa falsa certeza, por ejemplo, en la suspensión de contratos”, indicó.
En riesgo de desaparecer
“Para el año tributario 2019 se registraron 11.357 empresas con domicilio tributario en la Región de Ñuble, de las cuales 2.633 son Pymes de los rubros comercio, actividades de alojamiento y de servicio de comidas y de actividades artísticas, de entretenimiento y recreativas. Dichos rubros son los que están más expuestos a los daños colaterales que generan las restricciones sanitarias, como es el caso de la cuarentena”, explicó Renato Segura.
En esa línea, indicó que la desaparición de estas empresas tendría un desastroso impacto en la economía local y en el empleo. “El SII registra 10.191 trabajadores dependientes informados por las Pymes indicadas. Las cuarentenas generan, para muchas de dichas empresas, su cierre total, lo que pone en riesgo más de 10 mil puestos de trabajo, muchos de los cuales no se van a recuperar a pesar del esperado retorno a la normalidad”.
El economista reflexionó que “las cuarentenas secuestran la demanda y cierran las cortinas a las Pymes que no comercializan bienes no esenciales. Tener secuestrada la demanda beneficia a las grandes cadenas de supermercados, que siguen atendiendo clientes en forma presencial; pero no es todo, además les ha permitido perfeccionar el negocio de los delivery, aumentando su presencia en el mercado en desmedro de las empresas más pequeñas”.
En concreto, Segura puntualizó que “el daño a la microempresa ha significado que hoy tenemos más de 20 mil personas que salieron de la fuerza de trabajo, fenómeno que representa más del doble del peor registro de los últimos 10 años.
Fin de la cuarentena
Por ello, se mostró contrario a extender la cuarentena. “Si una medida extrema como la cuarentena deja de ser efectiva para disminuir el número de contagios, el sentido común me indica que se deben buscar nuevas medidas, sobre todo, cuando éstas están generando un daño irreversible a la matriz productiva de la región o comunas. En este sentido, retomar las cuarentenas o prolongar su duración no parece ser una solución inteligente. Esta apreciación es refrendada por expertos en temas de salud pública”.
El director del CER Regional manifestó que ni siquiera las ayudas estatales pueden evitar la quiebra de estas empresas. “Cuando las empresas disminuyen sus ingresos a cero y tienen una alta incertidumbre respecto del futuro, no hay ayuda que pueda servir. Muchos empresarios están optando por bajar la cortina de sus negocios en forma definitiva. Algunos (los menos) tienen capacidad financiera para reinventarse. El resto (los más) postergan sus decisiones en busca de nuevos negocios o esperan que la incertidumbre actual disminuya para reemprender”.
Al respecto, Segura y Lama coinciden en que a estas alturas, la única medida reactivadora efectiva es volver a abrir.
“Permitir que las pymes puedan abrir sus puertas y vender sus productos, con todas las medidas de seguridad que ello significa, es la única forma de permitir que las empresas vuelvan a generar ingresos por ventas, única vía posible para mantenerlas con vida”, sentenció Segura.
El dirigente gremial, por su parte, reiteró que el comercio “demostró que operó de manera segura, respetando los protocolos sanitarios, lo que evitó que se registraran brotes”.
Asimismo, Renato Segura apuntó que “se deben explorar medidas inteligentes que, sin cerrar el comercio o las empresas de turismo, se pueda minimizar el riesgo de contagio. Los aforos es una medida que ha resultado. Si a eso sumamos criterios de organización de atención de la demanda por variables etarias, sexo u otra en zonas horarias, disminuirían las colas que subyacen sobre el aforo y se lograría mantener con vida a las empresas en tiempos de alto nivel de contagio. En este sentido, la experiencia nos ha mostrado que el riesgo de contagio se da en las aglomeraciones, no en las actividades controladas del comercio”.
