La “conciencia ciudadana” por el concepto de Patrimonio cambió a lo largo de los años. En 1999 se instauró un día especialmente dedicado a entregar un espacio para contemplar y reflexionar respecto al patrimonio de cada localidad y los esfuerzos se concentraron en abrir museos, centros culturales, archivos históricos y todo se circunscribió a lo arquitectónico, sobre todo en Chillán, ciudad que cuenta con un rico y vasto legado de arquitectos que llegaron a la zona para contribuir con la reconstrucción tras el terremoto de enero de 1939.
Desde la instauración del Día del Patrimonio han pasado más de 20 años y hoy la idea conceptual va mucho más allá de un puñado de edificios que nos recuerdan a un arquitecto o un estilo de construcción. De hecho, en el 2012, el Misterio de las Culturas se empeñó en salir del cánon y le puso un apellido a la celebración: “Patrimonio y desarrollo, un desafío permanente”.
Hoy se desarrollarán los tradicionales Diálogos de Patrimonio que cada año organiza la Unidad de Patrimonio de la Municipalidad de Chillán y la pregunta que se hace el equipo de organizadores es precisamente ¿Cuál será el patrimonio de Ñuble en el futuro? La actividad se desarrollará hoy a las 12.00 horas en el Canal Youtube de UPA Chillán y contará con expertos en la materia como los académicos José Nordenflycht y Marisol Saborido, y en un segundo bloque la antropóloga Paula Mariángel y Joaquín Isla, reconocido talabartero de Ñuble
En el marco de esta celebración, consultamos a algunos expertos en patrimonio para saber en qué tendría que hacer hincapié la región de Ñuble para capitalizar el trabajo desarrollado por más de veinte años en la materia. Las claves, parecieran ser volver la mirada hacia los propios ciudadanos y estar atentos a las claves que han surgido a través de distintos momentos de Chile, incuido el último estallido social de octubre pasado.
Hacer patrimonio desde la comunidad
La seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, María Soledad Castro, explica que la definición de patrimonio ha ido evolucionando a través de los años. “Primero era definido por expertos y se refería principalmente a Monumentos y al patrimonio material. Luego se fue ampliando a zonas, hasta llegar a los que conocemos hoy como patrimonio inmaterial”, explicó respecto del concepto.
“Sea cual sea el patrimonio del futuro este deberá ser definido y construido desde el trabajo participativo con las comunidades que son portadoras de ese patrimonio y entendido como un fenómeno dinámico y no necesariamente como algo antiguo y permanente”, señaló.
La Unidad de Patrimonio realziará hoy un conversatorio que también intentará sentar las bases y el futuro del patrimonio en la región. La encargada de esta unidad, Karin Cárdenas explica que “si bien hoy nos encontramos en un escenario diferente al de Meses de Patrimonio de años anteriores, el objetivo sigue siendo el mismo: reconocer nuestro patrimonio y celebrar nuestra identidad. Durante cerca de un mes hemos invitado a la comunidad a que redescubra los tesoros que tienen en sus hogares ya que constituye el patrimonio más inmediato de las familias, y que también permiten generar las bases para proyectar nuestro patrimonio futuro, que es justamente el tema de los Diálogos de Patrimonio que desarrollaremos el domingo 31 de mayo al mediodía”, explica.
Uno de los invitados a esta cita, José de Nordenflycht Concha, académico y ex secretario ejecutivo del Consejo de Monumentos Nacionales, precisa que “lo que las sociedades esperan de la palabra patrimonio cambia más rápidamente que su naturaleza material, por lo que obsesionarse con la materialidad es equívoco, sobre todo cuando invocamos vetustas palabras como reliquias y monumentos las que hoy deben dar paso a patrimonio y herencia compartida”, asume.
“Los objetos no recuerdan ni tienen memoria, esa relación la construyen los sujetos. Por lo que nuestra convicción de que el patrimonio es un índice del bien común es lo que hoy debería concentrar los esfuerzos de nuestra sociedad”, indicó.
Por su parte, Paula Mariángel, presidenta de la ONG CETSUR, advierte que “debemos poner en diálogo las distintas aristas que se desprenden del fenómeno patrimonial es una motivadora invitación en un contexto que entrecruza la nueva organización político-administrativa del territorio con la crisis sanitaria mundial que nos afecta hoy día”, explicó quien también participará este mediodía de los Diálogos de Patrimonio de UPA.
Rescatar la experiencia
El gestor cultural y encargado de la Agencia Porvenir, Cristian Venegas, advierte sobre la importancia de revisar nuestra historia cercana para redefinir el concepto de patrimonio. “Hay tres elementos en juego. Cuando hablamos de patrimonio es importante no perder en cuenta que a contar del estallido social que vivimos como país desde octubre del año pasado la noción de patrimonio y lo que entendíamos por esto de alguna forma empieza a cambiar y eso implica una resignificación de lo que es en sí lo patrimonial”.
“Debido a las manifestaciones sociales quedaron vestigios, registros y frases en monumentos que de manera grotesca fueron repintados por la autoridad en algún momento. Eso fue una mala señal porque hay que darle un nuevo valor a esa palabra porque claramente, en el contexto chileno, adquiere otras aristas que nos hacen repensar el concepto”, puntualiza.
Para Cristian, un segundo punto es la gestión propia del patrimonio. “Tenemos que pensar qué se está haciendo a nivel local, comunal, regional o institucional sobre la gestión del patrimonio. Hay un desafío muy importante de contar con mejores espacios, de vincular la educación al patrimonio. Uno de los aspectos importantes tiene que ver con estrategias de educación y ahí estamos al debe. La gestión del patrimonio tiene muchos retos más aún con la pandemia encima y los retos del Covid, por eso deberíamos pensar en una gestión hacia el futuro. Es errado hablar de patrimonio y pasado, porque a pesar que detrás del concepto hay historia, tenemos que resguardar una materialidad en diversos soportes para otras generaciones”, indicó.
“Por último, destacar el hecho que a propósito de la crisis sanitaria en la que nos vemos imposibilitados de acceder a estos circuitos que nos gusta desarrollar en estos días, hoy mucha gente que por diversos motivos no tenía acceso, ahora sí lo está haciendo porque la mayoría de las personas está encerrada en sus casas. El hecho que aparezca una oferta bien nutrida de actividades y circuitos virtuales, hace que esto llegue no solo a los que están habituados, sino que también a mucha más gente que no estaba acostumbrada a acceder a este tipo de ofertas. Por eso hay que seguir aprovechando y fortaleciendo estas plataformas a futuro después que salgamos de esta crisis, hay que tomar el aspecto digital y fortalecerlo”, añadió.
Desde el punto de vista de quienes hacen hoy patrimonio en Ñuble, Joaquín Isla, talabartero de toda una vida, precisa que “soy heredero de una gran tradición de talabartería que marcó un hito en la transformación de la montura chilena. Esta tradición comenzó con mi abuelo Amador en 1923, ya estamos prontos a cumplir un siglo. Lo que estamos viendo ahora es que todas estas tradiciones se están acabando. Lo que tenemos que analizar es cómo conservar estas tradiciones para que no solo sean un recuerdo, sino que estén vivas”, finalizó.