A fines de 2020, fue designado como comandante de la Escuadrilla de Alta Acrobacia “Halcones” de la FACH.
Nació en Chillán en 1987. Estudió en la Escuela México y en el Colegio Padre Hurtado y a los 17 años ingresó a la Escuela de Aviación. Desde entonces, el chillanejo ha desarrollado una carrera como piloto de guerra con especialidad en helicóptero.
[bg_collapse view=”button-orange” color=”#4a4949″ expand_text=”Leer más” collapse_text=”Menos” inline_css=”width: 100%” ]Comenzó siendo destinado al Grupo 5 de Puerto Montt para realizar un curso de Vuelo por Instrumentos, luego al Grupo 9 para realizar su curso Táctico de Helicóptero, graduándose como piloto de guerra en 2010. Además, cumplió una misión de paz de la ONU en Haití en el año 2011 y en la Antártica en 2012.
El 1 de agosto de 2013 ingresó a la Escuadrilla de Alta Acrobacia Halcones y desde entonces ha realizado más de 100 presentaciones a lo largo de Chile y el extranjero. Durante este fin de semana se está presentando en el Festival Aéreo de Chillán.
¿Qué siente al volver a presentarse en Ñuble tras los dos años pandemia?
Es la primera vez que vengo a hacer el show aéreo como líder. Me había tocado antes ser número 5 y 3, pero siempre es una gran fortuna presentarse ante la familia, los amigos y al lugar que a uno lo vio nacer. Además, uno trata, no solo que a la gente le guste la aviación, sino también de inspirar a nuevas generaciones, de demostrar que las cosas en Chile sí se pueden hacer bien y que no por el hecho de venir de una ciudad al sur de Santiago no se puede, los sueños sí se cumplen. Es una gran responsabilidad y orgullo para mi venir a entregar ese mensaje y que la gente lo pueda ver en vivo.
¿Cómo ha sido el apoyo de sus familiares durante su carrera y ahora que vuelve como líder de los Halcones?
Al momento de postular estaban un poco nerviosos porque era medio desordenado en el colegio y mi personalidad no encajaba dentro de lo que uno imagina en el mundo militar, pero cuando uno quiere o sueña algo hace el mejor esfuerzo posible, pone todo su amor y pasión y creo que ese ha sido el resultado. Mis familiares están super contentos y orgullosos, lamentablemente mi papá falleció el año pasado, pero siempre que tenía show venía a verme, así que por un lado volver es emotivo y por otro lado estoy super contento porque gran parte de mi familia todavía vive acá.
¿De dónde nació su vocación para dedicar su vida a un trabajo en las alturas?
Nace justamente aquí donde estamos parados, en el Club Aéreo, viendo desde chico con mi familia a los Halcones de la Fuerza Aérea. Más o menos a los 4 años viéndolos dije “quiero ser piloto, quiero ser alguna vez parte de los Halcones” y después con el paso de los años uno va entendiendo de dónde vienen y nació también mi vocación por entrar a la Fuerza Aérea de Chile. Recuerdo que la primera vez que volé fue gracias a un tío que nos invitó a mi papá y mis hermanos y volamos en uno de los aviones del club por arriba de Chillán y dije: “esto es lo mío, esto es lo que quiero hacer”.
¿Cómo ha sido su experiencia en la cuadrilla de Halcones?
Las cuadrillas de Halcones tienen una particularidad, uno postula para estar en las cuadrillas, no es una destinación como en el resto de los militares, y estando en Punta Arenas lo decidí y el 1 de agosto de 2013 ingresé a las cuadrillas de Halcones. De ahí he seguido haciendo carrera, obviamente no es normal que un piloto esté 9 años, pero me tocó el cambio del avión porque antiguamente volábamos en el Extra 300L y ahora llegó el GB1, además entre medio llegó la pandemia y con eso se alargó esta fase y desde finales de 2020 que soy el comandante de las cuadrillas de Halcones.
¿Durante el vuelo, es consciente del impacto que tiene en las personas ese espectáculo?
La verdad uno se da cuenta antes y después del vuelo, al compartir con la gente y ver lo que se produce porque cuando uno está volando está tan concentrado en lo que tiene que hacer que en realidad uno se abstrae harto de lo que está pasando afuera. A veces sí pasa que cuando uno está volando y haciendo acrobacias se da cuenta de lo que está haciendo y es como “wow, estoy cumpliendo mi sueño, lo estoy haciendo bien”. Además uno trata de demostrar que la gente que compone la Fuerza Aérea hace las cosas bien, es importante que la ciudadanía, por medio de ello, se sienta orgullosa.
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