La pandemia empujó la tasa de desempleo en la región de Ñuble a un 12,1% en el trimestre mayo-julio, una cifra mayor al 11,2% del trimestre anterior y también 1,8 puntos superior al mismo periodo del año pasado, según informó esta mañana el Instituto Nacional de Estadísticas.
De acuerdo al informe, el aumento anual en la tasa de desocupación se debió al retroceso de los ocupados, que en los últimos 12 meses disminuyeron en 16,4%, desde 213 mil 600 a 178 mil 640, es decir, en un año se perdieron 34 mil 960 empleos en la región.
Como ya es tradicional, el panorama es mucho más negativo para las mujeres, pues la tasa de desocupación femenina fue 13,5% (alza de 1,6 puntos), en tanto, la tasa masculina consignó un 11,3% de desempleo (subió 2,2 puntos).
Según tramo etario, el descenso anual en los ocupados estuvo incidido principalmente por el segmento de 35-54 años, que presentó un decrecimiento de 14,1%.
Por categoría ocupacional, asalariados formales (-11,1%) y asalariados informales (-25,0%), fueron las principales categorías que incidieron en la disminución de los ocupados, equivalente a 13.473 y 7.826 ocupados menos, respectivamente.
Al comparar la realidad regional se observa que Ñuble se posicionó en décimo lugar, no tan alto como lo observado en inviernos anteriores, debido al comportamiento exhibido por las demás regiones. De hecho, 14 de las 16 regiones del país alcanzaron tasas de dos dígitos y el promedio nacional llegó a 13,1% de desocupación, registrando un incremento interanual de 5,6 puntos.
El factor estacional, sumado a la inactividad del turismo -que año a año ayuda a mitigar el desempleo estacional de Ñuble-, en un contexto de menor actividad económica, asoman como los factores clave de esta medición.
Crisis sanitaria
En opinión de la seremi del Trabajo, Yaniffer Ferrada, el alza de la desocupación también fue incidida por el aumento de la fuerza laboral en comparación con el trimestre anterior, vale decir, de las personas que están dispuestas a trabajar.
“La cifra está principalmente incidida por el aumento de la fuerza laboral si lo comparamos con el trimestre anterior, luego del desconfinamiento de Chillán y el descenso de los ocupados”, planteó la autoridad”, afirmó la autoridad.
De acuerdo al INE, la fuerza de trabajo pasó de 192.610 en el trimestre abril-junio de 2020, a 203 mil 310 en mayo-julio de 2020.
Ferrada reflexionó sobre el impacto de la crisis sanitaria: “los números, sin duda, dan cuenta de esta época que ha golpeado fuertemente el mercado laboral, especialmente en los meses de abril, mayo y junio, y que han coincidido con los meses en que tenemos una baja estacional en el empleo”.
“Como Gobierno, nunca hemos escondido la complejidad que la pandemia le ha estampado a la actividad económica y al empleo en nuestro país, por el contrario, se han buscado todos los mecanismos y ayudas posibles para contener un impacto aún mayor. El desafío está en poder retomar el ritmo previo a la crisis sanitaria, por supuesto, con suma responsabilidad y en la medida que las condiciones subjetivas lo permitan, que hemos visto que en nuestra región, en estas últimas semanas, no hemos tenido un buen comportamiento”, puntualizó.
Caída de ingresos
Un dato nuevo que entregó el informe del INE en esta entrega es la variación de ingresos revelada por los encuestados, dando cuenta que un 34,9% declaró una disminución y un 55,8% los mantuvo, mientras que apenas un 1,7% consignó un aumento.
Según sexo, la proporción de ocupados con una baja en sus ingresos fue de 38% para los hombres y 30% para las mujeres.
En cuanto a la magnitud en la reducción de ingresos percibidos versus los ingresos habituales, de las 62.423 personas que declararon una disminución, el 36,3% recibió menos de la mitad de su ingreso habitual; el 27,1%, la mitad; y el 21,8%, más de la mitad.