La crisis económica desatada por el coronavirus también golpeó fuerte a los distintos actores que viven del deporte en Ñuble.
Técnicos, profesores, monitores, árbitros y hasta ex jugadores de Ñublense, vieron mermados sus ingresos o se quedaron sin fuente laboral, tras la suspensión de talleres, congelamiento de competencias y la prohibición de implementar programas deportivos presenciales.
“Ha sido difícil”
Es el caso del árbitro y monitor del IND Ñuble, John Jara, quien reconoce que el Covid-19 remeció su presupuesto.
“Difícil, porque trabajando para el IND Ñuble los talleres los suspendieron todos, también los torneos escolares, universitarios y los partidos de la Tercera División. Esto ha significado inconvenientes. Pero confío en que esto pasará, hay que sobrevivir. Entre todos ayudarnos. Ha sido difícil porque uno trabaja en actividades deportivas y si no se trabaja, no recibe ingresos”, confiesa.
Sin talleres
Jéssica Olave, monitora de los talleres para el adulto mayor y mujer en deporte, de Quillón, redujo sus ingresos a cero, cuando el IND Ñuble decidió suspender los talleres presenciales en Ñuble.
“Mis talleres son presenciales. Por eso IND Ñuble decidió unilateralmente suspender los contratos que ya estaban firmados hasta nuevo aviso y de la noche a la mañana suspenden clases y sueldos. A todos nos dejaron en cero. Gracias a Dios yo trabajo en la Oficina de Deportes de Quillón y creamos clases online. Acá están las ganas de mantener activa a la gente. El Gobierno llama a hacer deporte y quita los recursos para ello y nosotros nos vemos afectados”, sentencia.
Reinventándose
El ex portero de Ñublense, Alfredo Bravo, se tuvo que reinventar en plena pandemia. Pasó de preparador de arqueros de Deportes Cabrero y de escuelas de fútbol, a chofer de reparto a domicilio de una importadora local.
“Yo trabajaba en Cabrero y nos tuvimos que venir para la casa. Además, los talleres deportivos que hago, todos suspendidos. La escuela de arqueros de San Martín, Huachipato y Universidad de Chile, canceladas sin poder trabajar. En Cabrero estamos trabajando online con los jugadores, pero como en Tercera División no hay contrato, estamos peleando para que nos paguen, por ultimo un porcentaje”, recalca.
A la Inspección
El ex portero de Ñublense, Antonio Muñoz, campeón de Segunda División en 1976 con el Rojo, denunció a la Inspección del Trabajo a la empresa donde laboraba por años sin contrato de trabajo, luego que lo dejaran sin fuente laboral ni ingresos.
“Me dejaron en el aire. Todos saben que yo trabajaba hace muchos años cuidando camiones forestales. Tampoco puedo trabajar en la escuela de fútbol ni preparando arqueros, donde tenía unos ingresos extras, ahora solo vivo con mi pensión junto a mi señora e hija”, confiesa Muñoz. Todos ellos y muchos más protagonistas del mundo deportivo, solo esperan que la crisis sanitaria y económica, cesen, para no seguir sacando cuentas ni ajustándose el cinturón para llega a fin de mes.
