Crimen organizado: Ñuble entre las tres regiones con menor frecuencia de delitos

La Universidad San Sebastián presentó los resultados de la segunda edición del Indicador Nacional de Crimen Organizado 2022–2024, desarrollado por el Centro de Estudios en Crimen Organizado (CESCRO) de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales.
El indicador reveló que en 2024 se ingresaron al Ministerio Público 86.323 hechos delictivos relacionados con crimen organizado, un 21,6% más que en 2023. Al comparar con 2022, el incremento asciende a 31,8%, lo que equivale a 20.825 más en solo dos años.
El Indicador Nacional considera 74 ilícitos, los cuales se ponderaron y agruparon en ocho dimensiones, definidas tanto por la legislación nacional como por estándares internacionales.
Bajo este criterio, en 2024 la corrupción fue la dimensión con el mayor incremento de casos ingresados, con un alza de 690% respecto de 2023. Le siguieron la ciberdelincuencia (+92,5%) y los delitos asociados a armas (+79,7%). Por el contrario, la categoría de delitos ligados a drogas fue la única que disminuyó (-2,6%).
No obstante, al igual que en años anteriores, las drogas y las armas siguen siendo las categorías más prevalentes. La tasa nacional alcanzó 245,04 incidentes por cada 100 mil habitantes en drogas y los 152,99 en el caso de las armas.
¿Ñuble?
Según frecuencia ponderada de delitos asociados al crimen organizado, la región más afectada por promedio comunal en 2024 fue Arica y Parinacota (99 puntos), seguida por la Metropolitana (84) y Tarapacá (69). En el otro extremo, las regiones menos impactadas fueron Magallanes (11), Aysén (11) y Ñuble (20).
Entre 2023 y 2024, las mayores alzas se produjeron en Los Ríos (+61,8%), Ñuble (+35,8%) y Arica y Parinacota (+27,2%). A diferencia de esto, las principales bajas se observaron en Aysén (-8,5%), Atacama (-7,1%) y Tarapacá (-3%).
En cuanto a la variación 2023-2024, los mayores incrementos se evidenciaron en Los Ríos (+88,5%), Ñuble (+49,1%) y Tarapacá (+48,1%). En tanto, las disminuciones más significativas correspondieron a Arica y Parinacota (-12,9%), Magallanes (-15,3%) y Atacama (-17,7%).
Al igual que con la frecuencia ponderada, esta expresión del indicador destaca que, si bien el problema está más presente en la macrozona norte del país, las mayores alzas se han registrado en comunas de la zona sur del país, especialmente en las regiones de Los Ríos y Los Lagos.
Tomando en cuenta el número absoluto de casos, entre las 10 comunas más afectadas por el crimen organizado en 2024, la macrozona centro concentra el 50%, seguida por la norte (30%) y la sur (20%). En este grupo predominan los ilícitos vinculados a drogas y armas. Sin embargo, al ponderar por población, la macrozona norte concentra el 60% más impactado, con mayor presencia de contrabando y drogas, mientras centro y sur alcanzan un 20% cada una.
“Si bien la macrozona norte concentra los niveles más altos de crimen organizado, es en la macrozona sur donde se observan las variaciones más significativas, tanto al alza como a la baja. Este desplazamiento de delitos podría responder a políticas focalizadas, a la concentración de recursos en territorios críticos o a la priorización de ciertos operativos. Todo ello podría generar un ‘efecto globo’, trasladándolos hacia zonas más apartadas. Frente a este escenario, se vuelve clave profundizar el análisis para diseñar respuestas más equilibradas y sostenidas”, explica Luis Toledo, director de CESCRO.