Share This Article
Señor Director:
El reciente reporte del Banco Central sobre las tasas de crédito hipotecario evidencia señales positivas, aunque persisten obstáculos relevantes. Durante la primera semana de noviembre, las tasas alcanzaron un promedio de 4,41%, marcando su nivel más bajo desde septiembre de 2023. Este descenso muestra un cambio favorable respecto a los valores superiores al 5% observados hacia el cierre del año pasado. Sin embargo, las tasas actuales aún están lejos de los mínimos históricos registrados en 2019.
Por otro lado, el aumento sostenido de la Unidad de Fomento (UF) representa un desafío que contrarresta los beneficios de la caída en las tasas. Este año, la UF ha acumulado un incremento de $1.572,90, impulsado en gran parte por un Índice de Precios al Consumidor (IPC) que superó las expectativas en octubre. Este aumento encarece los créditos hipotecarios que se calculan en UF, dificultando así el acceso a la vivienda para muchas familias, pese a la baja en las tasas de interés. Es así como el acceso a la vivienda seguirá siendo difícil, especialmente en un contexto caracterizado por altos niveles de desempleo y bajos ingresos en muchos hogares.
Esta realidad agudiza las barreras para quienes aspiran a financiar una vivienda, limitando sus opciones en un entorno económico ya desafiante.
Además, el acceso al crédito sigue condicionado por factores estructurales. Contar con un historial crediticio sólido, ingresos estables y una relación deuda-ingreso manejable son requisitos que cada vez se exigen más, especialmente en un escenario de cautela financiera generalizada. Esta realidad afecta de manera especial a quienes intentan adquirir su primera vivienda.
Daniela Catalán Ramírez
Académica de Ingeniería Comercial USS