Share This Article
Uno de los resultados que arrojó el estudio realizado por la Universidad San Sebastián (USS), que se aplicó a 1.189 residentes de 205 comunas de Chile, es que un 66,7% de las personas creen que, por diversas razones, no podrán acceder a un crédito hipotecario para comprar una vivienda.
Entre las razones por las que se complicaría el acceso al financiamiento están que no tienen capacidad de pago (40,6%), las tasas de interés están muy altas (33,1%) y que la persona ya tiene una vivienda (31,7%).
Claramente, el alto nivel en que están las tasas de interés de los créditos hipotecarios se ha convertido en uno de los factores principales del frenazo que enfrenta el sector inmobiliario, donde también confluyen otros factores asociados a la contracción que exhibe la economía nacional.
Según datos del Banco Central, luego de cinco semanas a la baja, la tasa de interés promedio de los créditos hipotecarios pasó de un 4,96% a un 4,99% -al 15 de febrero-, y si bien da muestras de alejarse paulatinamente del 5,31% que marcó en noviembre de 2023, se mantiene en niveles históricamente altos en comparación con la prepandemia.
Vale recordar que el alza histórica se explica por la falta de dinero disponible para financiar los créditos de largo plazo, que provienen principalmente de los fondos de pensiones, por lo que los retiros de las AFP impactaron estas tasas.
Los resultados de la encuesta van en línea con otras cifras macroeconómicas, como los indicadores de compra-venta de viviendas del SII, que publica el Banco Central, los que cayeron en el 2022 y durante el 2023 siguieron a la baja.
De acuerdo a las estadísticas de la Comisión para el Mercado Financiero (CMF), en diciembre de 2023, las colocaciones de hipotecarios en la región de Ñuble anotaron un aumento nominal de 9,8% (5,9% real) en comparación con diciembre de 2022.
Para este 2024, no hay elementos que permitan proyectar un cambio significativo del escenario económico ni de las tasas de interés de largo plazo, a diferencia de las tasas de corto plazo, que en los próximos 12 meses debieran mantener una tendencia a la baja.
Lo anterior también plantea las consecuencias económicas y sociales de este fenómeno, ya que, por un lado, el menor dinamismo del sector construcción tiene un impacto en la economía local y en el empleo, y por otro lado, son muchas las familias que deben seguir postergando el deseo de adquirir una vivienda, una materia que ha sido levantada como emblemática por la administración Boric.
Por ello se valoran las iniciativas gubernamentales que han apuntado a facilitar el acceso a financiamiento, no solo a través de los tradicionales subsidios habitacionales, sino que también, a través de otros instrumentos, como, por ejemplo, el subsidio tributario anunciado por el gobierno en octubre pasado.
Sin embargo, los incentivos del gobierno serán insuficientes en la medida que no se logre reactivar la actividad económica en general, y en consecuencia, mejoren el empleo y los ingresos, indicadores clave que hoy no muestran sus mejores cifras. En ese sentido, resulta imperiosa la recuperación de la confianza de los actores económicos, la que se irá logrando en la medida que, a nivel político, se puedan alcanzar los necesarios acuerdos en materia tributaria y previsional, de manera de reducir la incertidumbre y retomar la senda de crecimiento perdida.