Los pescadores artesanales de Cobquecura sostienen que la legislación actual permite que las embarcaciones artesanales de mayor tamaño, es decir, aquellas que superan los 13 metros de eslora, penetren en la primera milla en busca de sardina y anchoveta y, de paso, se lleven la corvina, el congrio y la sierra, que son las principales especies que pescan los artesanales de Ñuble.
Según explicó la presidente del Sindicato de Pescadores Artesanales de Cobquecura, Palmira Bastías, esta situación afecta a los pequeños pescadores de Cobquecura, Trehuaco y Coelemu, pues se trata de embarcaciones de la región del Biobío que llegan a las costas de Ñuble cuando se abre la temporada, en virtud de la ley que estableció la zona contigua de pesca entre Biobío y Ñuble, cuando se creó la región de Ñuble.
Sin embargo, el planteamiento de los pescadores locales no apunta necesariamente a poner término a la zona contigua, sino que a lograr que se respete al menos, una milla de exclusividad, e idealmente dos millas, para los más pequeños, es decir, aquellas lanchas y botes que no superan los 13 metros de largo, porque según argumentó Bastías, el impacto de la pesquería de mayor tamaño es relevante, ya que además, arrasan con los comederos, ahuyentan a los cardúmenes y en consecuencia, la pesca para los más pequeños, disminuye.
“En el tema de la zona contigua no tenemos una decisión tomada como sindicato, porque si bien los pescadores de Biobío pueden pasar para acá, nosotros también podemos pasar para allá. A veces hay pescadores de Ñuble que capturan en el Biobío, que desembarcan en Dichato o San Vicente, porque allá llegan más compradores y al haber más competencia, se paga mejor, en cambio acá, como vienen pocos a comprar, dos o tres, se ponen de acuerdo y pagan poco. Por otro lado, a veces, no tenemos pesca acá y tenemos la posibilidad de ir a Biobío a pescar”, sostuvo la dirigente.
“El tema que nos preocupa realmente -continuó-, es el de las embarcaciones que pescan en la primera milla, que tiene que ver con la dimensión de las redes con las que capturan en la orilla. Lamentablemente, es común que esas embarcaciones más grandes vengan a pescar a la orilla porque la ley lo permite, ellos pueden entrar en la milla porque hubo acuerdos que se hicieron cuando todavía éramos una sola región con Biobío, porque en algunos lugares del país se respeta la exclusividad de la milla y en otros lugares, no”.
Bastías indicó que “nosotros sabemos que nuestras costas son muy productivas, con una gran riqueza de sardina y anchoveta, y cuando se abre la temporada es cuando vienen los pesqueros más grandes, que siguen siendo artesanales, porque cumplen con la medida de hasta 15 metros y con el tamaño de la red. Lo que no pueden hacer es entrar al área protegida de La Lobería. En cambio, nuestras embarcaciones son más pequeñas, no superan los 13 metros. Nosotros no competimos con ellos por la sardina y la anchoveta, nosotros tenemos otro tipo de captura, pero sí nos afecta, porque los peces grandes, como la corvina y el congrio, se ahuyentan y desaparecen de la orilla, porque al estar junto a los cardúmenes de sardina y anchoveta, igual los grandes los capturan como fauna acompañante, pero qué podemos hacer mientras no se cambie la ley”.
En ese sentido, planteó que “si se estableciera una milla de exclusividad para los más pequeños, ojalá dos millas, eso además beneficiaría al ecosistema, porque eso permitiría a las especies desovar, y en la práctica, se transformaría en un área protegida, porque nuestra pesca es sustentable, ¡es tan poco lo que se captura! Lo que daña los ecosistemas son la pesca de arrastre y la pesca de cerco”.
“Esto pasa porque aquellos que votan las leyes no tienen idea de pesca, no saben lo que significa entrar al mar a pescar”, acotó la dirigente, quien apuntó a los parlamentarios como “los grandes responsables de la crisis de la pesca a nivel nacional, porque han hecho leyes sin tener idea, eso me parece terrible”.
Zona contigua
Precisamente, en diciembre pasado, el diputado DC, Jorge Sabag, en conjunto con alcaldes de la zona costera de Ñuble, solicitaron al Gobierno explorar la posibilidad de uso exclusivo del mar para los pescadores de Ñuble.
“Hoy, que somos región, nos hemos ganado el derecho a tener una zona exclusiva de mar para poder potenciar este rubro”, sostuvo el legislador.
La separación de la Región de Ñuble del Biobío implicó una negociación que derivó en que el área marítima de ambas regiones fuera considerada como “zona contigua de pesca”, con la intención de garantizar a los pescadores artesanales de las provincias de Concepción y Arauco la continuidad de sus actividades productivas extractivas, tanto de recursos bentónicos como pelágicos, en el mar que le corresponde a la nueva unidad administrativa.
Actualmente la ley establece que los pescadores artesanales de cada región del país no pueden salir de la zona de pesca de su región para extraer recursos. No obstante, la creación de la Región de Ñuble no priva a los pescadores de la Región de Biobío de extraer pesca en el mar local. La zona contigua de pesca permite mantener los antiguos derechos y así, los pescadores del Biobío pueden continuar sus prácticas extractivas tal como lo hacen hoy.
Ya en 2016, el diputado Jorge Sabag advirtió que era necesario revertir esta decisión, que fue tomada por el Senado. “Lamentablemente en la votación hubo un criterio político, los senadores de la costa son mayormente del lado sur, ellos votaron y postergaron a Ñuble, que tiene el legítimo derecho a exclusividad”, aseguró en su momento el diputado.
Discusión pendiente
Consultado al respecto, el gobernador de la Provincia de Itata y exdirector regional de Sernapesca, Daniel Andrades, explicó que mientras se desempeñó como director de Sernapesca no recibió ninguna solicitud para separación de zonas contiguas por parte de algún pescador artesanal, de hecho, explicó que se trata de una decisión compleja que afectaría a pescadores de ambas regiones y que no debe ser una definición política.
“La separación de la zona contigua es algo complejo, que afecta para ambos lados, por lo cual creo que esta conversación ni siquiera tiene que ser un tema político, aquí la conversación tiene que ser directamente con los pescadores artesanales, y me refiero a los reales pescadores artesanales, esos que toman sus botes y salen a pescar y ellos saben que van a un caladero de pesca histórico que puede estar en Biobío o que puede estar en Ñuble, pero ellos son los que tienen que tomar esta decisión, y políticamente no se puede tomar, esta es una decisión compleja, donde los pescadores artesanales con nombre y apellido deberían dar su opinión y decir qué es lo que piensan que es lo mejor para ellos”, sentenció la autoridad.
“Creo que la discusión es la exclusividad de la primera milla para la pesca artesanal que en Ñuble no se da. Y es un tema que quizás hay que tomarlo, volver a tocarlo y conversarlo, creo que si no se soluciona ese problema, que es mucho más fácil de solucionar, hablar de lo otro es algo utópico y estar utilizando un tema que es sensible para la pesca artesanal con fines políticos”, añadió Andrades.
El gobernador destacó que “las embarcaciones de la región del Biobío son artesanales. Tienen razón que son de una envergadura mucho mayor a las que tenemos en Ñuble. Creo que el resguardo de la primera milla exclusiva para la pesca artesanal menor a 12 metros es súper importante defenderlo en la región de Ñuble. Ésa es la discusión: la zona exclusiva en la primera milla. Creo que, si solucionamos eso, recién podríamos empezar a conversar el tema de las zonas contiguas”.
En cuanto a las embarcaciones industriales, explicó que “todas tienen posicionadores satelitales y cámaras a bordo. Esto se puede observar en la página del Servicio Nacional de Pesca, existe un link (Global Fishing Watch) donde aparecen todas las embarcaciones a las que uno le puede hacer seguimiento. Esto fue una lucha que dio Sernapesca para que toda la información de la pesca industrial y artesanal mayor a 12 metros fuera informada en forma transparente a la comunidad, donde hoy cualquier ciudadano puede ingresar a la página, pinchar y saber cuáles son las embarcaciones que están navegando, en qué zona y a qué distancia de la costa se encuentran. Entonces, es súper fácil fiscalizar, y se invita a la gente a poder ser fiscalizadores, ya que esta herramienta ha sido poco difundida. Y si existen embarcaciones dentro de las cinco millas o dentro de la primera milla, se sabría de inmediato, porque tienen un posicionador satelital. Quiero explicar que este posicionador se enciende desde que la embarcación zarpa hasta cuando vuelve a puerto, se mantiene siempre encendido, si en algún momento ellos apagan el posicionador satelital, solo el hecho de apagarlo constituye una infracción y una multa que es una de las más altas en la Ley de Pesca, por lo que a ninguna embarcación le conviene apagarlo”.