Una ciudad de 15 minutos. Ése es el concepto que las autoridades regionales avizoran para las principales ciudades de Ñuble en los próximos años, y que los motivó a generar la primera reunión en torno al “Plan de Movilidad Humana Sustentable”, que impulsa el Gobierno Regional (GORE), cita liderada por el gobernador Óscar Crisóstomo y los equipos técnicos de las municipalidades de Chillán, Chillán Viejo y San Carlos, junto con los servicios públicos relacionados a la problemática de tránsito, urbanismo y ambiental.
En este primer paso se logró sacar en limpio que cada uno de los actores comprometidos comparten un mismo diagnóstico de la realidad vial y urbanística que está afectando a las principales comunas de la región, por lo que se espera que en las próximos instancias ya se empiecen a definir qué debe ser aplicado en el corto, mediano y largo plazo, para superar líos como los atochamientos, la falta de conectividad de locomoción pública, insuficientes circuitos para bicicletas y vehículos electromóviles.
El gobernador Crisóstomo plantea que “lo que nos interesa es tener, dentro de los próximos meses, una propuesta de un sistema integrado de movilidad humana sustentable para la Región de Ñuble,. Empezaremos con las comunas de San Carlos, Chillán y Chillán Viejo y próximamente vamos a unir al resto de las comunas. (…) trabajaremos el sistema en su conjunto, desde la movilidad en bicicleta, vehículo, transporte público, ferrocarriles, a fin de hacer un sistema que sea amigable y que nos permita mejorar la calidad de vida de los habitantes de Ñuble”.
También será materia futura el definir esta planificación, ya que si bien se comparte el diagnóstico, aún no es posible establecer que exista un consenso respecto a los factores a priorizar ni cuáles serán los primeros problemas a resolver.
El seremi de Transportes y Telecomunicaciones, Javier Isla, por ejemplo, dice que su visión respecto al principal problema, que es la congestión, debe partir por crear los incentivos capaces de hacer que las personas opten por medios de movilización diferentes al automóvil.
“Para eso tenemos que enfocarnos en dos áreas y priorizarlas, que serían la locomoción colectiva, que debemos mejorarla, modernizarla y hacerla más amigable; y en segundo lugar, se debe trabajar desde el primer minuto en crear mejores y espacios más seguros para los peatones y para quienes opten por la bicicleta”, enumeró.
Respecto al Plan Maestro de Transporte, cuyos lineamientos fueron creados hace 15 años, el seremi descarta que desde ahora se vaya a “partir de cero”, sin embargo –explica- que “eso se está evaluando”.
Espacios para todo
Durante la jornada, el jefe de la División de Planificación y Desarrollo, Claudio Martínez, detalló que la idea no es que un medio de transporte excluya a otro, sino que poder incorporarlos todos, de manera armónica y ordenada, como “por ejemplo ya lo hemos visto en otras ciudades del mundo y lo vimos también en la década de 1990 con la intervención que realizó en la comuna de Santiago, el alcalde Jaime Ravinet”.
Dentro de lo que el arquitecto propone como medidas a corto plazo, destacan el establecer horarios de usos alternativos (locomoción pública y particular) de las calles, buscar ordenanzas y que el Plan Regulador restrinja la creación de playas de estacionamientos en el casco central y fomentar la creación de más polos comerciales y de servicios repartidos por la comuna, para evitar que la mayoría de las compras y trámites se sigan realizando en el centro.
Para conseguir una ciudad de 15 minutos, “será clave fomentar medios de transporte más sustentables con el medio ambiente como las bicicletas, los scooters o las caminatas, pero para eso debemos conseguir que, independiente dónde vivan las personas, les quede todo cerca y haya buenos caminos para recorrer”.
Finalmente, respecto si ciudades como Chillán o Chillán Viejo cuentan con un tramado urbanístico capaz de albergar semejante intervención, la directora de la Secretaría de Planificación y Desarrollo de la Municipalidad de Chillán Viejo, Débora Farías, asegura que “sí, como pocas ciudades en Chile, contamos con calles lo suficientemente anchas como para hacer una planificación en la que pueda convivir la locomoción pública, la colectiva, la bicicleta, el scooter y el peatón”.
Sin embargo, advierte que se debe dejar atrás ciertos prejuicios políticos “y entender que tenemos que sentarnos, también a conversar y a llegar acuerdos con los privados. Es clave que los municipios colaboren en que la ciudad entregue nuevos centros comerciales, bancos, supermercados, colegios, locomoción de calidad en sectores estratégicos para evitar que la ciudad siga creciendo solo en número de casas y villas”.