Un tratamiento pionero en la región impulsó en conjunto el Servicio de Oftalmología y la Unidad de Medicina Transfusional del Hospital Clínico Herminda Martín de Chillán para la creación de lágrimas biológicas a partir de un suero autólogo, producto presente en nuestra sangre y que puede fabricarse centrifugando una pequeña muestra de sangre la que posteriormente es diluida en suero fisiológico.
Esta iniciativa, inédita en los hospitales públicos del sur de Chile, es liderada por el oftalmólogo Andrés Uauy, quien en su búsqueda para tratar enfermedades como el síndrome de ojo seco, solicitó a las unidades de apoyo la elaboración de este tipo de lágrimas.
“Cuando las usuarias y/o usuarios han probado el tratamiento con lágrimas artificiales, sin resultados positivos, es decir, son refractarios a ese tratamiento, los proponemos como candidatos para utilizar estas lágrimas. Si bien, es un porcentaje acotado, generalmente son casos en el que subyacen otras enfermedades como artritis reumatoide, queratitis neurotrófica, síndrome de Sjörgen, entonces se hace necesario estas terapias de refuerzo, que impulsan la regeneración de los tejidos y logran el alivio de los síntomas como la picazón, la sensación de ardor y de que hay dentro del ojo”.
“Es importante resaltar que las ventajas de este medicamento, son una alta tasa de regeneración de la superficie corneal, favoreciendo el cierre de heridas de forma más eficiente y un alivio sintomático mucho mayor con respecto a las lágrimas artificiales convencionales”, sostiene el Dr. Uauy.
El especialista detalló que el objetivo es que las personas usen el tratamiento por un período acotado, sin embargo, esto se va analizando caso a caso, pues en situaciones más complejas puede requerirse la administración de forma permanente.
Fabricación
El tratamiento es realizado en conjunto con la Unidad de Medicina Transfusional, quienes debieron capacitarse con expertos de la Universidad de Concepción, para instalar el proyecto en el Hospital.
Para Sergio Becerra, tecnólogo médico jefe de esta unidad, esto se enmarca en la búsqueda permanente de innovaciones que favorezcan la atención de los usuarios. “Nuestro propósito es mejorar la calidad de vida aquellos pacientes cuyo ojo no se lubrica adecuadamente. Por eso desarrollamos estas lagrimas basándonos en que en nuestra sangre tenemos los llamados “factores de crecimiento celular”, proteínas que se encargan de modular la regeneración de nuestros tejidos y que están presentes en las lágrimas biológicas, mejorando la efectividad de estas y la asimilación pues son personalizadas”.
Becerra explicó que para optar a este tratamiento, los usuarios son evaluados por un oftalmólogo especialista, quien los deriva con la indicación de lágrimas biológicas. Luego de esto “los pacientes llegan hasta nuestra unidad, donde se les extrae una muestra de sangre de 20 mililitros, la que es sometida en primera instancia a un proceso de centrifugado que tarda solo 5 minutos, en el que lo que se hace es separar los hemocomponentes dejando el suero en la parte superior. Tras ello, en el Laboratorio Clínico, se transfiere el suero autólogo del paciente y se diluye con suero fisiológico, para posteriormente ser envasado en recipientes esterilizados y rotulado con la identificación del paciente”.
Un nuevo tratamiento para mejorar la visión
Rodrigo Coloma, es uno de los 8 usuarios tratados con las lágrimas biológicas. Cada mes retira los frascos con sus gotas oftalmológicas, las que al llegar a su casa, debe congelar y refrigerar para mantener la cadena de frío de su producto y evitar que éste se descomponga.
“Estoy muy agradecido del hospital porque la verdad es que estas gotitas que me han dado me han hecho muy bien, desde el momento que me empecé a echar, porque al principio sentía un ardor tremendo y tenía muy rojo el ojo y se me ha quitado harto. Son muy buenas, muy innovadoras y me han ayudado mucho. Uno viene con agrado acá porque me han apoyado y explicado bien como realizar de buena manera el tratamiento”.
Cabe destacar, que el equipo de Medicina Transfusional ha trabajado anteriormente en la elaboración de parches de fibrina rica en plaquetas, que también es un producto autólogo y permite la sanación de diversas heridas.