Señor Director:
Años atrás conocí a un parco ejecutivo bancario que apodaban “corazón de escarcha”, debido a que no se conmovía con nada ni con nadie. El caso viene a mi memoria a propósito del comportamiento que ha tenido la banca chilena en esta crisis.
No podemos llamarnos a engaños, creyendo que lo que se desplomó en segundos, podrá reconstruirse en breve tiempo. Pero sí es importante, para efectos de atraer la inversión y de generar confianza, que se envíen señales en el sentido correcto. Además de las políticas y programas que lance el Gobierno, el sector privado tiene una misión colosal y ahí la banca juega un papel preponderante. Desafortunadamente, los banqueros no han dado el ancho ante el desafío que nos ha planteado la naturaleza, lo que ha llevado a centenares de empresas a la quiebra, con graves efectos en materia de empleo.
Pablo Valdebenito G.