El Coordinador Eléctrico Nacional presentó a la Comisión Nacional de Energía (CNE) el complemento de la propuesta anual de expansión del sistema de transmisión eléctrico correspondiente al año 2023, según lo establecido en el Reglamento de los Sistemas de Transmisión y de la Planificación de la Transmisión.
Entre las propuestas se encuentra un proyecto para asegurar el suministro confiable de energía en la región de Ñuble, el que considera la construcción de la Nueva Subestación Chillán 220/66 kV, con una capacidad de 90 MVA, y su conexión a la Subestación Entre Ríos mediante una nueva línea de transmisión de 2×220 kV, que se extenderá a lo largo de 50 kilómetros. Ambas obras representan una inversión de US$46,2 millones, según el informe.
Para que estas propuestas se puedan concretar, primero deben ser aprobadas por la CNE y publicadas vía decreto en el Diario Oficial.
Como se recordará, el “Informe Técnico Preliminar Plan de Expansión Anual de Transmisión Año 2022”, elaborado por la Comisión Nacional de Energía (CNE) en marzo de 2023, no consideró obras para la región de Ñuble, lo que generó preocupación y molestia a nivel local, dado que la región viene enfrentando una crisis de infraestructura de transmisión en los últimos años, debido al rezago de inversiones clave para asegurar la continuidad del suministro frente a una demanda creciente. De hecho, la empresa distribuidora Copelec reveló que ya suman 393 los proyectos de inversión a los que han debido negar la factibilidad de conexión a la red, por falta de potencia; mientras que el pasado verano, el sistema estuvo al borde del apagón, debido al incremento del consumo y las altas temperaturas.
Obras en Ñuble
El informe complementario realizado este mes por el Coordinador está compuesto por siete proyectos que totalizan un valor de inversión de US$ 82,3 millones. Adicionalmente, en el informe se actualiza la propuesta de 23 proyectos realizada por el Coordinador en enero de 2023, con una revisión de valores de inversión y plazos constructivos, además de incorporar tendidos auxiliares para la ejecución de las iniciativas de ampliación de líneas de transmisión, alcanzando con esto un valor de inversión de US$ 298,3 millones. En resumen, la propuesta de expansión de la transmisión 2023 del Coordinador, con el complemento, incluye 30 proyectos con un valor de inversión de US$ 380,6 millones.
Según se indica en el documento, las obras Subestación Nueva Chillán y la nueva línea Entre Ríos- Chillán, que fueron incluidas en el informe publicado en enero 2023, tienen por objetivo “otorgar un nuevo punto de abastecimiento a la ciudad de Chillán, que ofrezca robustez y seguridad de servicio en el largo plazo, no dependiendo exclusivamente de la conexión con la Subestación Charrúa a través de líneas de 66 kV. En caso de no realizar esta obra, el suministro de la zona de Chillán seguirá siendo débil como lo es en la actualidad”.
El proyecto consiste en la construcción de una nueva S/E Seccionadora Nueva Chillán a ubicarse en el sector sur de Chillán, preferentemente en las inmediaciones del sector Villa Brisas del Bicentenario, seccionando la línea 1×66 kV Chillán -Lucero. Junto a lo anterior se propone la construcción de una línea de transmisión 2×220 kV Nueva Chillán– Entre Ríos, 200 MVA a 35 °C con una extensión de 50 kilómetros aproximadamente, que conectará ambas subestaciones.
El proyecto deberá ser construido y entrar en operación, a más tardar, dentro de los 48 meses siguientes a la fecha de publicación en el Diario Oficial del respectivo decreto a que hace referencia el artículo 96° de la Ley.
Rezago de Ñuble
Desde los gremios, la noticia fue bien recibida, aunque reiteraron la urgencia de destrabar la ejecución de otra obra clave para la zona: la ampliación de la línea de 66kV Charrúa-Chillán.
Como se recordará, la presión de los gremios del comercio, la construcción y el agro, así como de empresas eléctricas, como Copelec, apoyados por autoridades locales, logró poner la preocupación por el déficit de infraestructura de transmisión en Ñuble en la agenda de las autoridades nacionales. En ese contexto, han sostenido reuniones con el Coordinador Eléctrico Nacional, con la Comisión Nacional de Energía y con el ministro de Energía, Diego Pardow, quien el 19 de mayo pasado visitó Chillán para informar las medidas que apuntan a reforzar la transmisión eléctrica en la región, como destrabar la ampliación de la línea Charrúa-Chillán e incorporar otras obras urgentes en la planificación.
En aquella ocasión, el secretario de Estado anunció, entre otras medidas, una convocatoria abierta u “open season” a las empresas del sector para la presentación de propuestas de obras de transmisión urgentes del sistema eléctrico nacional y la presentación de un proyecto de ley de Transición Energética como sector habilitante, donde a corto plazo incorpora un mecanismo transitorio para que la totalidad de obras de ampliación adjudicadas se materialicen en forma y plazo.
Ricardo Salman, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (CCHC) sede Chillán, afirmó que, “sin duda que estas obras son importantes, así como lo son las que están presentando durante este mes las empresas al Coordinador Eléctrico Nacional, en el marco del Open Season”.
“Pero, en definitiva -continuó-, estas obras van a cumplir su propósito una vez que sean aprobadas por la Comisión Nacional de Energía y estén construidas, entonces, en esta etapa, es fundamental el apoyo por parte de la CNE con su aprobación a estas dos obras propuestas por el Coordinador”.
Asimismo, el dirigente gremial reiteró que, “no hay que perder de vista que la línea 66 Charrúa-Chillán, de propiedad de la CGE, debe construirse a la mayor brevedad para que contribuya a generar una holgura más importante”.
Similar opinión expresó Alejandro Lama, presidente de la Cámara de Comercio de Chillán, quien destacó que “esto es una señal de que el Coordinador Eléctrico Nacional atendió nuestra preocupación, y estas obras, si bien no son tan urgentes como la línea Charrúa-Chillán, contribuirán a robustecer nuestro sistema de transmisión, que actualmente es muy vulnerable, ya que la capital regional y varias comunas del sur de nuestra región dependen de la línea Charrúa-Chillán, cuyas obras de ampliación están paralizadas”.
El aumento de capacidad de la línea Charrúa-Chillán fue priorizada por la CNE en el plan de expansión de 2018. Tras dos licitaciones fallidas, finalmente se adjudicó el contrato en 2021, pero la empresa constructora optó por abandonar las faenas al enfrentar costos muy superiores a los que había cuando se decretó el proyecto. Debido a las rigideces de la legislación, no se ha podido llamar a una nueva licitación porque el término de contrato aún está en un litigio arbitral, por lo que la obra que debía entrar en operaciones en abril del próximo año, no tiene fecha estimada de término.
Así como la línea Charrúa-Chillán, un tercio de las obras decretadas para la región están abandonadas o atrasadas, y la institucionalidad no tiene la agilidad requerida para reactivarlas, donde un factor clave es el aumento de los costos respecto a la prepandemia.
Lama hizo hincapié en que “hay cientos de proyectos de inversión que no se pueden concretar por falta de energía, como obras de riego y packing, proyectos inmobiliarios, comerciales, que significan empleos que no se generan y un menor crecimiento para nuestra región, que es una de las más pobres de Chile. Si no tenemos energía, no tenemos producción, no tenemos empleo, no tenemos consumo”.
Complemento
Patricio Lagos, gerente general de Copelec, se mostró satisfecho con el informe, pero subrayó que falta que la CNE apruebe las obras.
“En vista de que hay tanta necesidad de energía en la región, entonces esta propuesta que ellos (Coordinador Eléctrico) hacen, las empresas eléctricas lo vemos con muy buenos ojos. Es una muy buena propuesta, pero eso es nada más que una propuesta que hoy día entra a la Comisión Nacional de Energía y son ellos los que tienen que definir este tema”, comentó.
El ejecutivo agregó que “es positivo, estas dos obras las hemos peleado todas las empresas, nosotros también hemos apoyado desde nuestra perspectiva la propuesta de estas obras y también la construcción, que ojalá tuviéramos más obras, pero ahora entra en la otra etapa, que es la de la Comisión y es ahí donde, o bien pueden avanzar o se pueden quedar, pero es parte de la legislación que existe en esta materia”.
Lagos destacó que estas dos obras “vienen a complementar la necesidad energética de Ñuble para obras de corto, mediano y largo plazo. Hay obras que están saliendo por estos meses, como las de San Ignacio y Montenegro”. Y recordó que “la línea 66 (Charrúa-Chillán), que cuando vino el ministro, él anunció que modificando una ley que apareció el miércoles pasado, para darle a CGE la posibilidad de que se haga cargo de esa obra y la pueda construir, que esperamos que se apruebe dentro de este semestre y se comprometa a construirla entre tres y seis meses, pero si va por los conductos regulares esa obra podría fácilmente demorarse tres años”.
Ley de Transición Energética
Como parte de las medidas de la Agenda para un Segundo Tiempo de la Transición Energética, el Ministerio de Energía ingresó esta semana al Congreso el proyecto de Ley de Transición Energética, que incluye un conjunto de medidas que promueven acciones urgentes para incentivar inversiones requeridas para el proceso de descarbonización del país.
Entre sus objetivos, la iniciativa legal busca permitir un desarrollo eficiente de las obras de transmisión eléctrica. “El proyecto se hace cargo de la necesidad de acelerar el paso en materia de infraestructura habilitante, especialmente en transmisión. Esto es una realidad apremiante especialmente en las regiones del centro sur del país donde producto de la burocracia no nos permite reaccionar con la rapidez que necesita la transición. Hoy la región de Ñuble y Los Lagos están enfrentando problemas productivos debido a la estrechez en materia de transmisión”, explicó el ministro Diego Pardow.
